vivir desde la excelencia

Vivir desde la excelencia, es honrar a tu Creador

ArmoníaF Team Consciencia del Ser Leave a Comment

Mi experiencia personal y profesional se vio profundamente nutrida después de haber laborado en un equipo de trabajo de un centro educativo por más de 13 años. Allí aprendí a cumplir mis funciones desde el amor que le ponía a todas las actividades a ejecutar. De esa manera resultaba ser gratificante primero a nosotras mismas y luego a todos.

Comprendí que la excelencia es una virtud o talento a desarrollar. Para hacer extraordinario todo lo que podemos crear o dar. También para exaltar nuestro servicio y establecer la gran diferencia a nivel de la calidad. Entregando con bondad y que el prójimo lo recibe con gran aprecio.

Es verdad que nos encontramos con personas que se sentían heridas y cerradas. Que recibir amor les producía un profundo rechazo. Fue allí donde aprendí aplicar un amor incondicional o el llamado amor ágape.

El amor ágape es la excelencia de nuestro creador, de mi Divinidad. Para mí, Dios. Esto implicó trabajo personal y grupal, lo que nos enseñó a todos a “volar en V”.

Aplicar la excelencia en el ámbito laboral implica excelencia interior en nuestro ser.

Como empleada asumí desde ese instante poner empeño en el trabajo. Para alcanzar así la mayor calidad, ya que es una semilla que se instaló en mi ser. También en mi actitud, en mi estado mental, y en mi trato para con todos.

Vivir desde la excelencia

 

Compartiré contigo cierto tips que me ayudaron en mi camino hacia la excelencia:

  1. Trazarme una meta u objetivo con fechas de entrega.
  2. Tener un plan y horario organizado.
  3. Tener conocimiento del proceso y el equipo de trabajo, prácticas que nos permita la organización y el orden dentro de las gestiones hacia los excelentes resultados.
  4. Mantenerme enfocada. Esto no quiere decir que no tendré un momento para mi propio disfrute, pero sin derroche del recurso del tiempo.
  5. Reunirme con personas de una vibra alta y un valioso concepto de los dones. talento y creatividad.
  6. Un hábito de gusto por realizar las cosas que transmite paz y placer.
  7. Perseverancia o constancia.

En ArmoníaF me desenvuelvo como Executive Care Manager desde hace de 4 años. Es significativo que cada vez que nos reunimos realizamos una autoevaluación. Por medio de esta revisión sistemática de las estrategias y prácticas de gestión de cómo los hacemos y cómo podemos mejorar y alcanzar un nivel de excelencia en nuestro servicio.

Es decir, que los clientes se sientan amorosamente atendidos y sus preguntas tenga respuestas cabales. Sin embargo, es verdad que nunca llueve a gusto de todos. Ya sea porque no somos lo que las personas están buscando o sus agendas ocultas no están alineadas con nuestros fines o servicios. Por lo tanto, le agradecemos el hecho de voltear hacia nosotros, pero somos francos y le decimos que pueden seguir con éxito su camino. Eso también es parte de la excelencia.

Hablar de la excelencia personal es hacer referencia de nuestro constante proceso de mejoramiento continuo, amoroso y armónico en todas las facetas y dimensiones del ser humano (corporal, espiritual, mental, energético y socio afectiva). Indiscutiblemente es un proceso que no acaba nunca, siempre se puede mejorar, crecer, ya que el ser humano es perfectible e infinito como nuestro creador… Por lo tanto “la excelencia no es un suceso sino un hábito”, como bien lo decía Aristóteles.

Escrito por

¿Quieres la Revista ArmoníaF?

Más de 3.000 personas reciben cada mes nuestra revista digital totalmente gratis. Recíbela tu también, por email y sin importar donde vivas. Puedes tener la primera hoy mismo: