Durante mucho tiempo las mujeres funcionaron desde la rivalidad y la competencia cuando sus objetivos se cruzaban. Por ejemplo, conseguir el mismo trabajo o conquistar al mismo hombre. Una confusión entre celos y envidia.
Sin embargo, estamos entrando en otra época. Han cambiado la energía y los conceptos. Aparecen en escena nuevas palabras como la sororidad.
Sororidad, significa solidaridad entre mujeres, y se da cuando:
- La mujer alcanza ese punto de responsabilidad donde sabe que todo lo que juzga y critica de su entorno tiene que ver con ella.
- Cuando entiende e integra que su felicidad y su bienestar no depende de su pareja, ni de su entorno, ni de nada material. Pues lo que nos hace felices no es lo que tenemos, sino lo que somos.
- Y cuando su enfoque es hacia dentro porque sabe que su trabajo personal es el principio de todo.
En ese momento es cuando nace la sororidad más pura y hermosa entre las mujeres. Y pueden empezar a compartir desde el amor incondicional en lugar de hacerlo desde la envidia.
Usar la envidia
La envidia es una emoción que mata la sororidad. Aparece cuando admiras a otra persona por lo que es, lo que hace o lo que tiene, pero a la vez sientes que tú no serás capaz de lograr ser, hacer o tener lo mismo que ella.
Y ahí es cuando esa admiración se vuelve oscura y dolorosa hacia la otra persona y hacia ti misma.
Desde ese punto de envidia nunca podrá aparecer la sororidad. Tampoco la conexión, ni la magia entre dos o más mujeres, al menos de forma pura.
Es importante aclarar que la envidia no es mala. Ni tenemos que rechazarla cuando la sentimos para forzar la sororidad. Mas bien hay que sanar aquello que la despierta.
Y la buena noticia es que podemos trabajar, sanar y aprender de la envidia. Y de otras muchas emociones y conflictos internos que nos bloquean para transformarla en amor y que nazca la sororidad.
Siempre, de adentro hacia afuera.
Ver también Emociones que atraen dinero
Vídeo Sanación y Sororidad (Conferencia TEDx)
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