Más allá de lo que muchos piensan, la felicidad no es estar siempre alegre, en cambio la serenidad sí es algo que se le acerca.
La serenidad es un estado de paz y de calma interior duradero. Es una forma de ver y sobre todo de vivir la vida que nos acerca a la felicidad profunda.
Sin embargo, en este mundo donde todo va a la velocidad del rayo. Donde el estrés y la falta de tiempo es de lo más habitual, pareciera imposible encontrar un momento de calma o serenidad.
Pero hoy no quiero hablar de la calma o la serenidad como un estado externo de mantenerse quieto, inmóvil o relajado. Aunque eso forme parte de la calma interna o al menos nos ayuda a lograrla.
Hoy quiero hablar de la serenidad interior y por qué debería ser nuestro objetivo ir hacia ella.
Para mí, serenidad es el estado de paz interior y perdón. Al que llegas cuando eres capaz de aprender de tus emociones justo cuando más revueltas están.
Como dice Enric Corbera, para iluminarte no necesitas irte al Tibet y alejarte del mundo. Más bien al contrario, porque tus verdaderos maestros son los retos y las personas que tienes a tu alrededor en el día a día.
Y es cierto eso de que ningún mar en calma hizo experto a un marinero.
De todas formas, entiendo que cuando uno está en el ojo del huracán es difícil dominar la situación y encontrar la serenidad. Por eso te voy a compartir los 4 secretos principales que a mí más me ayudan en momentos de frustración.
1-Date permiso para sentir.
Solemos etiquetar las emociones como buenas o malas, y huimos a toda costa de las que no nos gustan. Sin embargo, de esas precisamente son de las que más podemos aprender. Y no es precisamente ignorándolas, sino aceptándolas y escuchándolas.
2-Expresa lo que sientes.
Piensa que guardarte lo que sientes no hace que desaparezca. Más bien se va acumulando y creciendo, hasta que llega un día en que todo eso explota. Bien sea con un estallido emocional o con una enfermedad.
Solo aceptar lo que sientes y expresarlo te permitirá recuperar la serenidad en tu interior mucho más rápido.
3-Reflexiona y reinterpreta.
Cuando tengas un conflicto, una situación que te mueve y te sacude, detente un momento y reflexiona qué es lo que realmente te está sacando de tu centro, cómo estás interpretando esa situación y piensa si podrías ver otros puntos que tal vez no estés teniendo en cuenta.
4-Confía.
Como dice Tony Robbins, todas nuestras crisis son el resultado de nuestro pensamiento a corto plazo. Cuando aprendemos a confiar en la vida y entendemos que todo lo malo siempre nos trae algo bueno, será más fácil soltar y avanzar hacia la serenidad.
Sinceramente, no sé si un estado de serenidad absoluta es posible o incluso si es recomendable, pues realmente para apreciar, valorar y disfrutar la serenidad debemos haber estado primero en medio de la tormenta.
Así es que el 5º secreto sería aplícate el perdón a ti mismo y cuando no sepas cómo recuperar la serenidad, simplemente suelta y fluye, verás que todo volverá a su cauce antes de lo que imaginas y entrarás en la serenidad sin apenas darte cuenta.
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