Para muchos, hablar de negocio es hablar de dinero. En el siglo pasado eso era sencillamente “normal”.
Todos los empleados sabían que recibían un salario mientras ayudaban a los dueños a generar “beneficios”. Este siglo es diferente, porque más que nunca, cualquier persona puede llegar a millones de personas, a la distancia de un clic.
Pero como la herramienta no hace la técnica, aquí te voy a contar cómo conectar tu negocio a la abundancia, y todo lo que está disponible para ti en el mundo visible ó invisible.
Negociar es Relacionarse
Lo primero que debes saber, es que los negocios son intercambios de apoyo entre particulares. Incluso, en el mundo corporativo, quienes toman las decisiones no son máquinas, sino personas. Cada relación que cuidas, es una puerta que dejas abierta. Cada vez que ayudas a alguien desinteresadamente, es una energía que entregas al universo. Las redes sociales son hoy, más que nunca, la prueba evidente de que los humanos evolucionamos por conexión.
¿Filtras todas tus relaciones por el provecho potencial que representa para tu bolsillo? Créeme, eso se nota, se huele y se intuye a kilómetros…. ¡Y en este siglo la gente le huye a eso!
Negociar es Colaborar
Anteriormente se veían las negociaciones como batallas campales para ver quién sacaba el mayor provecho. Callarnos nuestras verdaderas intenciones, era lo que nos hacía “ganadores”. En este siglo, la negociación es una conversación sincera y humana donde cada parte dice con total apertura lo que quiere y lo que tiene para ofrecer. El secreto está en trabajar juntos (co-laborar) y a partir de ahí crecer juntos.
¿Negocias como si fueses un tiburón en un acuario, queriendo desangrar a los demás? Lo más probable es que termines solo, o que se corra la voz de tu avaricia.
Negociar es Movilizar
En el siglo pasado se hablaba de los negocios como un lugar al que se iba a trabajar o a comprar. Era una transacción. Este siglo cada negocio es un movimiento que posee valores específicos, y además sirve con fervor a un grupo específico de personas. Los negocios exitosos hoy día son aquellos que se convierten en movimientos, que atraen personas dispuestas a poner el corazón para que el negocio salga adelante. La transacción es el resultado del movimiento.
¿Estás más pendiente de cuánto te vas a ganar que de atraer gente dispuesta a apoyar lo que ofreces? Posiblemente generes una transacción, pero será muy difícil que generes la segunda.
Ahora te preguntarás ¿Y dónde está la Abundancia?
La abundancia será el resultado de un legado que la gente cuidará incluso en tu ausencia, y que no sólo se transmitirá de persona a persona, sino que además crecerá de manera exponencial. Se te abrirán las puertas en lugares y entornos que alguna vez consideraste imposibles. Tu negocio será cuidado y sostenido por todos aquellos a quienes sirve desde el alma. Eso es abundancia.
Conecta tu negocio con la abundancia, sirviendo desde el alma.
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