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Mi Energía ante el Dinero

Joselyn Quintero Armonía Financiera 1 Comment

Si tuviera que entrevistar al dinero que está en tu vida y le preguntara ¿Cómo te recibió ese humano? ¿Qué diría el dinero de ti?

En esta oportunidad vamos a cambiar la dinámica de todas las demás conversaciones que hemos tenido. Te he preguntado lo que ves o sientes con el dinero, y giraré la conversación hacia el dinero con respecto a ti.

El dinero es un visitante

 

Cuando me debaten acerca de si pedir dinero está bien o no, lo primero que digo es “depende de la emoción con lo que pides”. De entrada pedir para mí es una confirmación de vacío. Aquí voy a hacer la similitud con mis amigas. A ellas las agradezco aunque tenga más de un año sin verlas. Su ausencia no me desespera ni mido mi nivel de “amigabilidad” por su presencia continua en mi vida. Si me siento ansiosa por no verlas, ya sería rara mi relación con ellas.

El dinero no es algo que yo ansío, ni que coloco como el motivo por el cual no hago nada. Ni siquiera lo pido, sino que lo agradezco. Cuando sé exactamente la cantidad de dinero que requiero, lo agradezco. No dudo sobre su existencia, y cuando llega lo recibo con alegría. Es un visitante que se siente bienvenido y la pasa bien a mi lado. Sin sentirse presionado ni mucho menos juzgado por cuánto sea.

El dinero es un mensajero

 

Imagina que tienes en tus manos tu teléfono, y quieres enviar un mensaje por Whapsapp para pedirle algo a una amiga. ¿Cuánto tiempo pasas frente al teléfono para saber si el mensaje llegó, lo leyó y responde? Puedo apostar todo lo que tengo, que mientras más urgente sea lo que requieres, más tiempo pasas frente al teléfono esperando la respuesta. Ahora voy a preguntarle a tu dinero ¿Cómo te sientes cuando te están esperando a final de mes o te intercambian en las tiendas? Seguro tu dinero me contaría historias de obsesión, control excesivo y mucho, mucho estrés.

En mi caso, el dinero es como una paloma blanca mensajera. Si ya sabe para dónde va, si ya sabe el mensaje a entregar, no tengo más que esperar pacientemente que llegue a su destino, o que regrese con lo solicitado conscientemente. No hay ansiedad, ni sensación de “se va a perder”. Es confiar en el mensajero, verlo como un aliado de paz.

¿Quién soy en la energía del dinero? Esa es una pregunta que debemos hacernos una y otra vez. Por eso me gusta personificar el dinero, porque cuando humanizamos algo, le ponemos nuestras características personales de la interacción con eso. Con este ejercicio, muchos han descubiertos sus propias historias de abandono y carencias no sanadas, que terminan expresándolas a través del dinero.  Cuando el dinero se reciba con paz, alegría, calma, esperanza, paciencia y amor, no sólo durará más en tu vida, sino que volverá una y otra vez.

Escrito por

Joselyn Quintero

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Asesora Financiera con especialización en Psicología Financiera y Neuroeconomía. Creadora de ArmoníaF y Mandala de Negocios. Convirtiendo el dinero en una herramienta de bondad y amor para el bienestar del mundo.

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