metamensaje

Lo que Haces se Expresa tan Fuerte que no logro Escucharte

ArmoníaF Team Saber Estar Leave a Comment

Todo mensaje lleva implícito un metamensaje, es decir, nos comunicamos más allá de las palabras. La postura corporal y la voz representan el 70% en el proceso comunicativo. El metamensaje queda impreso a través de gestos, posiciones, tono de voz, velocidad, ritmo.

El mensaje es la forma cómo transmitimos la información. El metamensaje es la intención en el segundo nivel de significado. Es allí cuando los micro y macro comportamientos llevan la delantera y llegan al interlocutor.

Podemos decir palabras dulces, pero nuestra expresión corporal puede no estar en congruencia con el mensaje. Como por ejemplo, voz seca, cara rígida, sin contacto visual. Por tanto el mensaje se pierde y el metamensaje queda explícito para el receptor de “no dulzura”. Así se fragmenta la comunicación al ser estos opuestos.

En cuanto a conductas, se observa algo parecido con el objetivo y el metaobjetivo. Queremos una cosa, pero una vez obtenida nos damos cuenta que no era exactamente lo que necesitábamos. Y volvemos al mismo punto de partida de insatisfacción.

Veamos un ejemplo cuando definimos objetivos y metaobjetivos. Un hombre soltero desea comprarse un carro rojo de último modelo para conquistar una chica. Cuando el hombre consigue el objetivo de tener el carro rojo ya no se siente ni atractivo, ni exitoso, ni seguro.

Se da cuenta que el bienestar que esperaba no se mantuvo en el continuo del tiempo. Y vuelve la misma sensación de frustración. ¿Por qué?  Al revisar el objetivo en esta situación podemos observar que su deseo de obtener el carro rojo, no cubre su metaobjetivo. Esto porque la percepción de este hombre sobre atractivo, éxito y seguridad implica además, tener una pareja. Y un carro rojo último modelo le puede brindar momentáneamente estas bondades, pero eso solo transitorio. El metaobjetivo aquí entonces es, tener una pareja, no un carro rojo para atraerla, por eso el sentimiento de vacuidad.

La importancia del metamensaje y el metaobjetivo

 

Definir el metamensaje y el metaobjetivo tanto en procesos de comunicación efectiva como fijación de metas, son actos que conllevan a la reflexión constante. Se van perfeccionando con la práctica y nos mantienen claros sobre aquello que realmente precisamos para estar tranquilos y felices.

El metamensaje y el metaobjetivo van más allá de lo que creemos percibir en forma inmediata como necesario. Generalmente ellos llevan la intención esencial del alma, y llegar a la respuesta precisa tiempo.

La intención esencial es intrínseca a la satisfacción en cuanto a los estados de tranquilidad, seguridad, confianza, congruencia, compañía, empatía. Los cuales pocas veces se consiguen en conversaciones acaloradas o unilaterales, objetos u acciones rápidas sobre decisiones transcendentes.

Es válido preguntarse constantemente antes de emitir el mensaje: ¿Cuál es el metamensaje? Es decir, ¿cuál es la intención final de lo que deseo expresar? En caso de negociaciones o resolución de conflictos ¿qué propongo como solución para que la intención se cumpla?

En el caso de plantearnos objetivos mirar el metaobjetivo: ¿para qué? ¿Para qué quiero esto o hago esto? Y repreguntarse, una vez conseguido ¿qué obtengo y cómo me siento?

Entender nuestra más auténtica intención nos permite siempre elegir con sabiduría. También tener la voluntad para llevarlos a buen norte y la fuerza para mantenerlos en la vida con alegría.

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