Hace un tiempo estuve caminando por las calles de Ciudad de México. Hubo algo que me dejó con la quijada abierta, pero que me recordó la esencia de las ventas.
En la calle había un niño de unos nueve años, junto con su papá y su hermanita de seis. Estaba vendiendo bolsos de diversos modelos en la calle.
Aunque mi novio en ese momento se preocupó por unos niños que deberían estar en la escuela, yo elegí soltar el juicio y aprender la lección. El niño tenía un entusiasmo enorme de vender, de ofrecer lo que tenía para dar y recibir dinero por ello.
Nos acercamos, le preguntamos por un bolsito para la sobrina de mi novio, e inmediatamente preguntó qué edad tenía la niña y cuál era su color favorito. Tomó el bolso más acorde, y llamó a su hermanita para que lo luciera. Nos dijo: “ella tiene la misma edad, imagine que es su sobrina y vea que bonito le va a lucir”.
Al final, su hermanita terminó modelando 3 bolsos diferentes, hasta que escogiéramos el que queríamos. Luego me animé a comprar uno para mi mamá, y cuando vino el momento de sacar la cuenta, la sacó mentalmente, cobró y nos dio unos pesos de vuelto. Había cerrado una venta más grande de la que esperaba.
El Ingrediente Secreto de las Ventas
En esta historia hay un factor primordial que disparó no una, sino dos ventas: la alegría. Esta emoción es clave cuando se trata de servir, ayudar, ofrecer lo que tenemos o cerrar un contrato de patrocinio. Da lo mismo que sea, la alegría es la energía de las ventas.
El dinero que se multiplica, es aquel que circula con alegría. Nos encanta formar parte de proyectos alegres, donde la contraparte tiene un motivo poderoso que lo incentiva a seguir adelante, a apostar a la vida y que nos incita a un mundo mejor.
Por eso, pregúntate si estás vendiendo desde la pena, desde la preocupación, desde la necesidad o desde la alegría. Lo sabrás por sus frutos.
En ArmoníaF ofrecemos todos los años el Máster en Armonía Financiera, un programa que nos encanta y del cual hablamos con alegría. No porque queramos que nos compren, sino porque estamos tan seguros que cambia vidas, que no tenemos dudas acerca de él. Contamos el éxito a través de historias, de nombres reales y de números exactos.
Si en este momento estás ofreciendo algo a alguien, recuerda que la mejor manera de vender, es volver a la niñez, cuando no dejabas de insistir en obtener aquel helado que tanto querías. Verás milagros ocurrir en tu negocio.
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