psicosomático

Lo Psicosomático

Joselyn Quintero La vieja medicina del futuro Leave a Comment

En los años 80, surge la Psiconeuroendocrinomunología. Como una rama de la medicina que estudia la relación mente-cuerpo. Y como el sistema neuroendocrino controla los procesos de “Salud-Enfermedad”. Hoy sabemos cómo la depresión y el estrés afectan las defensas. Sabemos también, que la armonía crea salud y el conflicto crea enfermedad. Que a través de imágenes mentales se codifica la información y que el organismo reacciona a las creencias. Hemos aprendido a comunicarnos con la mente subconsciente para afectar nuestra fisiología.

El cuerpo y la mente se inter-influencian. Por lo que una condición emocional puede crear un síntoma físico y viceversa. Por eso, los estados emocionales prolongados de tristeza, rabia, preocupación, frustración, impotencia, desvalorización, etc. afectan el funcionamiento de algún circuito energético y somático relacionado. La medicina tradicional china e hindú, conocen esta relación con propiedad. Por ejemplo: la rabia puede afectar al tejido muscular, a los ojos como sentido y al hígado o vesícula biliar como órgano.

Una emoción intensa que perdure produce una reacción química. Se emite una señal energética característica que interfiere el adecuado flujo energético de los biofotones (dualidad energía/materia). Cada órgano tiene una vibración o frecuencia especifica. Al ocurrir una perturbación en nuestro organismo se refleja inmediatamente en las vibraciones o ritmos oscilatorios de las células. Estas frecuencias patológicas quedan grabadas a nivel celular, produciendo cambios en la estructura molecular. Por eso muchas enfermedades se repiten bajo ciertas circunstancias.

En los trastornos psicosomáticos el nivel de conflicto y afectación permanece inconsciente. Y no conectamos con las emociones y sentimientos auténticos.

Dinámica de la enfermedad

 

En la dinámica de toda enfermedad podemos distinguir cuatro fases:

  1. Alteración psíquica.
  2. Alteración funcional.
  3. Trastorno físico.
  4. Daño orgánico.

En las fases 1 y 2, “las señales” y síntomas son generalmente sutiles a un nivel energético. Pueden detectarse con equipos bioelectrónicos. En la fase 3 se presentan reacciones más fuertes. Pero los exámenes de sangre y orina suelen estar dentro de rangos normales. Aunque se sienta mal no es posible precisar el porqué. Por ello suele considerársele con problemas psicológicos o de estrés. En la fase 4 es cuando aparece el daño orgánico y los análisis bioquímicos se muestran alterados.

Las enfermedades psicosomáticas se presentan porque ignoramos la manera cómo nos afecta el nivel de estrés que soportamos.

Personalidades y Predisposición

 

Toda tendencia genera un destino. La manera de pensar, de sentir y de actuar nos determina un destino que puede ser saludable o patológico.

Podemos relacionar las características temperamentales con las manifestaciones patológicas. Porque el temperamento acentúa en exceso o en un defecto algunas características. Hay personas que por naturaleza son estresadas. Es decir, nadie los estresa más bien ellos son la fuente del estrés. Ellos estresan a otros, marcando la pauta, el ritmo, y la manera en que las cosas deben hacerse. Su personalidad es perfeccionista y exigente, y suele caracterizar a quienes sufren de hipertensión.

Las características morfológicas o constitucionales, las temperamentales, el carácter y las aptitudes conforman la personalidad de los individuos. La forma del cuerpo y sus características definen la CONSTITUCIÓN: delgado, gordo o atlético. A cada constitución se asocia un TEMPERAMENTO, es decir, cada constitución tiene una manera de reaccionar. Luego, el CARÁCTER lo constituye un conjunto de valores, virtudes y creencias, más la capacidad de autocontrol y las APTITUDES.

Hipócrates fue el primero en clasificar los temperamentos en: SANGUÍNEO, COLÉRICO, MELANCÓLICO Y FLEMÁTICO. Su clasificación guarda relación con la presencia de una cualidad energética particular, que astrológicamente hablando se califica de AIRE, FUERO, AGUA Y TIERRA. Otras clasificaciones han sido descritas como es el caso de Ayurvédica Hindú de: Vata. Pita y Kapa. La cual también podría relacionarse con los tipos hipocráticos.

Constitución morfológica

Viola Ernst Kretschmer William Sheldon
 

Longilíneo

Normalíneo

Brevelíneo

 

Leptomórfico

Atlético

Picnico

 

Ectomorfo

Mesomorfo

Endomorfo

Tipología    caractelógica

Cerebrotónico

Somatotónico

Viscerotónico

Esquizotimico

Viscoso

Ciclotimico

Lo que hacemos y lo que dejamos de hacer, cuenta. Los rasgos temperamentales pueden estar acentuados y convertirse en tendencias desequilibradas o no saludables de la personalidad. Por tanto, para que el temperamento pueda controlarse, deben desarrollarse las virtudes, las fortalezas de carácter y de espíritu que le dan armonía a la personalidad. Cualidades como: paciencia, aceptación, compasión, laboriosidad. También confianza, iniciativa, identidad, compromiso, autonomía, entre otras. Estas constituyen cualidades determinantes de la madurez, la realización y el crecimiento personal.

Conflicto Desencadenante

 

Todo individuo posee una personalidad característica con sus tendencias. Lo cual, puede inclinarnos al desequilibrio en algún sentido. En relación a lo psicosomático, esto determina el tipo de patología que una persona puede padecer. Por ejemplo: una persona que experimente carencia afectiva y no lo sabe expresar ni comunicar asertivamente por tener baja autoestima, puede que encuentre en el asma una manera de expresar su conflicto.

La constitución y los predisponentes crónicos determinan en qué medida el trauma afectará al organismo en cuestión.

Además de la predisposición, debe haber un desencadenante para que la crisis se manifieste. El médico alemán, el Dr. Ryke Geerd Hamer afirma lo siguiente. “Si el ordenador central de nuestro organismo sufre un impacto por la vivencia de conflictos biológicos inseparables del desarrollo de la vida, se puede originar una codificación celular errónea que el plano orgánico se manifiesta como cáncer”.

Relación emoción-enfermedad

 

Llegó a esta conclusión en 1981 relacionar la trágica muerte de su hijo Dirk con la aparición de cáncer de seno en su esposa. Tras reparar en el hecho, tuvo oportunidad de subsanar el conflicto psíquico y el cáncer desapareció.

A partir de entonces, inició la búsqueda de los conflictos psíquicos que originan las distintas manifestaciones de la enfermedad en el organismo. Por ser jefe de un servicio de imagenología en Alemania, tuvo la oportunidad de observar en escaners cerebrales de muchos pacientes la presencia de unas manchas que creyó “artefactos” de fotografía. Luego vio que en la zona del cerebro donde se ubicaba la mancha correspondía al área del cuerpo afectada.

Al retomar las historias médicas, el doctor verificó la relación que había entre: los impactos psíquicos provocados por conflictos de orden emocional. Los órganos afectados por el cáncer y la localización de las manchas en los escáneres cerebrales. Estos focos son llamados desde entonces focos de Hamer. Estas correlaciones le permitieron emitir unas máximas que considera con carácter de leyes. Y encontrar una relación entre el tipo de conflicto y la zona del cuerpo que se afecta.

La enfermedad es la repuesta apropiada del cerebro a un trauma externo y forma parte de un programa de supervivencia de la especie.

Dr. Efraín Hoffman

Escrito por

Joselyn Quintero

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Asesora Financiera con especialización en Psicología Financiera y Neuroeconomía. Creadora de ArmoníaF y Mandala de Negocios. Convirtiendo el dinero en una herramienta de bondad y amor para el bienestar del mundo.

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