Reconoce que la vida es bella. Reconoce que cada instante es un milagro. Esto te lleva a estar en estado de gratitud.
Una cosa es agradecer algo recibido, y otra muy distinta es observar todo desde el amor. Es un estado que requiere entereza, autodeterminación y mucho de estar bien despierto.
Reconocer la gracia divina es adentrar en los detalles más pequeños, la sencillez, humildad y mansedumbre de nuestro ser. Cuando se hace algún taller, curso o retiro, es para poner en orden nuestros pensamientos. Es liberarlos de la cárcel de nuestra mente egocéntrica, donde generalmente está en el estado del miedo: llámese tristeza, depresión, determinada enfermedad.
Este orden se logra cuando pones a distancia las circunstancias de la vida, y elevas tu espíritu observando. Contemplando un escenario real, que te permite detallar los espacios de cada pieza en la circunstancia de tu vida. Me preguntarás ¿es así de sencillo? No lo es, pero recuerda que tú decides a qué le das poder. La idea es despertar.
Es allí, cuando cambia todo, y esto ocurre porque el observador que eres tú, cambió.
San Francisco de Asís oraba diciendo:
Señor, hazme un instrumento de tu paz.
Que donde haya odio, ponga yo perdón,
donde haya dolor ponga yo tu amor.
La Vida es Bella
Cuando ves la vida con lentes nuevos, o con los ojos de Dios, todo es totalmente distinto. El camino del dolor es el camino del ego que la mente escogió para liberarse a través de culpar al otro.
La invitación más grande que te puedas regalar a ti misma es liberar a tu mente y corazón. Los externos son un espejo para decirte que eso está en ti, vienen a decirte que los aceptes tal como son, ya que eso mismo es para ti, acéptate tal como eres.
Dios no crea imperfecto. Nos creó divinamente sanos, prósperos, armoniosos, creativos. También dignos de sus bendiciones. Soltemos y dejemos que el amor reine en nuestro ser y en cada célula. Entonces te conectarás con los milagros o como decimos, estar en presencia de los instantes santos.
En gratitud, libero a mis padres, a todo aquel que no acepte y juzgue. Libero los pensamientos que no me dejan estar en paz. Elijo primero, estar en paz y luego lo demás.
Gracias a Dios por esta oportunidad de compartir con todo aquel que me lee. Con quien vino a liberarme y a sanarme, los queme recuerdan que soy bendecida, amada, aceptada y respetada, comenzando por mí misma.
Gracias querida Joselyn por invitarme a caminar en ArmoníaF y en el ArmoníaF Team. Gracias a cada uno de nuestros seguidores, gracias a mis padres, gracias a mis familiares y mis amigos que son la familia que escogí tener.
Nos encontramos cuando nos unimos en el lugar correcto, en el AMOR.
Lo mejor de las bendiciones de Dios está por venir, despierta para que puedas reconocerlas en el 2018.
Un gran abrazo desde mi espíritu.