Cuando hablamos de emprendimiento y de iniciar negocios con alma, vemos que la gran mayoría de las personas se quedan entusiasmadas, viendo todo desde la barrera. Pasa un año tras otro, y vemos a estas personas buscar cada vez una nueva excusa para justificar el “ahora no puedo, más tarde será”. Hoy vamos a hablar acerca de la palabra Compromiso en el mundo de los negocios, y la magia que éste es capaz de hacer en el éxito que deseas.
Compromiso es miedo con deseo
En más de una historia de amor aparece esa escena donde la protagonista, cansada de esperar que el hombre de su vida se decida por ella, lo deja todo y se dirige al aeropuerto, lista para no volver jamás. Es en ese momento donde el protagonista deja de dudar tanto, y es cuando el miedo de perder, es más fuerte que el deseo de querer… y se aparece en el aeropuerto para pedirle que no se vaya. Finalmente él se compromete con lo que realmente desea en su vida.
Deseamos que el compromiso sea algo fácil, cómodo y fluido. La verdad es que el compromiso es una mezcla de miedo con deseo, que sólo podemos afrontar con valor. Aunque se les ponga todo en bandeja de plata para que las personas decidan iniciar sus negocios, éstas lo hacen es cuando ya están al borde del precipicio, donde el costo de la inacción es mayor al costo de equivocarse.
Compromiso es congruencia
Ahora supongamos que un cliente te debe un dinero, y que ya le has pedido en varias oportunidades que se ponga al día. Luego de varias discusiones, éste te dice que se compromete a pagarte la semana que viene. ¿Qué es lo que esperas de esa declaración casi jurada? Evidentemente, que sea congruente entre lo que dijo, y lo que hará.
A pesar de querer resolver eso que nos incomoda, terminamos yéndonos por las ramas y buscando excusas para no actuar. A mí también me ha pasado, me he agarrado de las situaciones más insólitas para no hacer la propuesta que me pidieron, o no salir a mi caminata diaria. Es como una parálisis (en mi caso perfeccionista) que no nos deja avanzar. El compromiso nos lleva, además de hacer una declaración pública, a ser responsables con nosotros mismos.
Congruencia es éxito
Imagínate que sabes lo que quieres y lo deseas desde el alma. Además, conoces tus trampas, tus miedos y tus dudas. Al entender tu mundo interno, podrás establecer medidas o vigilantes externos que te permitan avanzar, a pesar de ti mismo. Cuando no es suficiente con nosotros, hay que pedir ayuda.
Esta fue la estrategia utilizada por Ulises, según nos cuenta Homero en La Odisea. Las sirenas, conocidas en esa época como encantadoras mujeres con cantos seductores, llevaban a los marineros al fondo del mar. Ulises quería escucharlas pero, sabiendo el peligro inminente, le pidió a sus marineros que lo ataran fuertemente al mástil del barco. Pasaron así, frente a las sirenas, los marineros con sus oídos bien tapados, mientras Ulises las escuchó bien amarrado.
Cuando se trata de sacar adelante nuestros negocios, el compromiso siempre hace magia.
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