Según la Real Academia Española la honradez significa: rectitud de ánimo, integridad en el obrar, persona recta y justa, que se guía por aquello considerado como correcto y adecuado a nivel social. Esto me ha hecho plantearme, ¿Esto iría del lado de otras personas o va primero en mí?
Creo que ahí está la clave. Tendría que mirar dentro de mí, conocerme bien, saber cuáles son mis virtudes y mis defectos. Sé primero honrada conmigo, desde ahí nunca me voy a equivocar en lo que muestre y presente a nivel social.
Durante un tiempo ha existido el debate, de si lo que sale en las redes es real, y cómo esto nos afecta a todos, incluidos nuestros jóvenes. ¿Debemos mostrar toda nuestra vida, con nuestros altos y nuestros bajos? ¿Realmente somos honrados con los demás y con nosotros mismos cuando mostramos nuestras vidas en redes sociales? ¿Y qué es lo que hoy realmente quiere y sigue la gente en redes? ¿Queremos historias felices siempre? Buscamos solo vidas perfectas, con relaciones, trabajos, posesiones ideales. Cada vez más influencers, personas famosas, muestran su verdadera realidad. Se han dado cuenta de que a nivel mental no es sostenible continuar con esa careta de todo me va perfecto en la vida.
Llevando esto al mundo de las ventas, creo que el mensaje cada vez está más claro, en un mercado lleno de excesos de todo. Toda venta relacionada con no ser honesto con el cliente, lo que llamamos vender por vender. Como si las personas fueran una cifra que mejorarán mi cuenta en el banco. Es un tremendo error, no escuchar al cliente, sus necesidades, y ser sincero y claro, con él y contigo, si tú le puedes cubrir esas necesidades.
Los últimos años el foco ha estado muy centrado en escalar a toda costa, facturar más y ascender. Para mí la mayoría se ha olvidado de lo más importante la honradez. Ese va a ser tú mayor crecimiento como empresa. Escuchar a tu cliente, ver sus necesidades, no manipular para conseguir una venta final. El cliente percibirá la coherencia en ti.
La honradez
Cuando te muestras de una manera honrada, vuelvo a la definición; “una persona recta y justa”. Da igual si se realiza una venta final. Porque ese posible cliente no te va a olvidar, es más te puede recomendar. En cambio, como haya un interés personal, que no sea ayudar a ese cliente, eso a la larga creará desconfianza general, en todos los clientes, porque lo estás convirtiendo en un hábito.
Eso ha creado la tendencia de que muchas personas se dediquen a profesiones para facturar sin más. Que dejan de ser honradas incluso con ellas mismas, con sus talentos y sus capacidades. Arrastradas por las grandes campañas de hoy en día de hacer rico de la noche a la mañana.
Mis preguntas finales serían, ¿Estás siendo honrado contigo? ¿Con quién lo eres? ¿Cómo quieres ser recordado? Si tus respuestas son tranasparentes, estás en el camino de la honradez contigo, y eso es lo más valioso. Desde ahí te aseguro que nunca perderás tu camino, no importa lo difícil que se ponga.
No olvides, que la honradez, siempre gana.
Luz Divina Rodríguez García.
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