Un corazón genuino y noble da al prójimo la generosidad que brota desde lo más profundo de su ser, sin esperar recibir nada a cambio. Desde el comienzo de la creación has recibido la generosidad infinita de Dios.
Dentro mi herencia cristiana, tengo la creencia que Dios Padre creo el cielo y la tierra. Él creó todas las condiciones necesarias para brindarte un entorno de vida abundante.
La generosidad de Dios es ilimitada, no existe discriminación si eres bueno o eres malo. Cuando amanece, anochece o llueve, es siempre igual para cada ser humano sobre la tierra. Indistintamente donde se encuentre, observar un amanecer, es una dicha de Dios.
Son bendecidos para bendecir, Isaías 19, 24
Porque hay suficiente y la mano de Dios siempre está abierta.
Dios cubre con su Divina Providencia todas y cada una de tus necesidades, lo hace para que disfrutes junto a tus seres queridos. El hecho de compartir te lleva a declarar que tu Divinidad siempre podrá proveer tus necesidades futuras, vivir la generosidad es un camino de fe.
Es importante revisar la intención de por qué das.
La generosidad infinita de Dios te anima a través de su Palabra. Para brindarte sabiduría y aliento por medio de cualquier recurso. Abre tu corazón y atrévete a escucharlo pues Él escucha tus oraciones. “Cuando Él está en silencio es porqué está trabajando” (Alaba a Dios de Danny Berrios).
La generosidad infinita de Dios
En una ocasión de mi vida, en mi país de origen, me encontraba haciendo una fila para comprar una barra de pan. Al momento comencé hablar con la señora que se encontraba delante de mí. Dentro de la conversación, la señora comentó la problemática que tenían sus nietas por el hecho de no encontrar un lugar para ofrecer las tareas dirigidas, pues las dos chicas eran maestras. Adicionalmente, que su pensión ya no era suficiente para cubrir sus gastos.
En ese instante, comienzo a preguntarle dónde vive ella. Al mismo tiempo, ella hablaba también sobre su casa. El hecho fue que le plantee una posible solución: señora, si su casa es tan amplia como dice, usted bien puede alquilar esos espacios a sus nietas para dar clases, y allí todas saldrían beneficiadas. Y le expongo los detalles. La señora al comprender la solución, y de forma inmediata llama a sus nietas y las convoca a una reunión en su casa, con la intención de llevar a cabo la posible solución. La señora estaba feliz por el hecho de tener una salida al problema. Y mi experiencia fue muy gratificante poder servir sin esperar nada a cambio de esta señora. Pues su felicidad ya partía de poder servir con mi talento de manera amorosa y desinteresada.
Para finalizar, te invito a reflexionar e integrar dentro ti el siguiente pasaje bíblico:
Porque si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene, y no según lo que no tiene. 2 Corintios 8:12
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