El mundo cambió para siempre. Muchas personas descubrieron que la estabilidad asociada a lo externo, es una utopía. Por eso traigo este artículo para ponerte las pilas y abras tu mente para que puedas ganar más dinero con lo que ya sabes.
1. Optimizar lo que ya tienes
Cuando nos enfrentamos al deseo de ganar más, con frecuencia olvidamos que debemos revisar la calidad de nuestra relación con el dinero. Ya que, si tenemos una fuga o patrones de derroche, ganar más dinero nos pone en el riesgo de gastar más.
Imagínate como si estuvieras a cargo de la presidencia del banco de tu vida ¿Cómo te evaluarías y qué ajustes requerirían tu parte gestora para que lo nuevo se sostenga? En Neurofinanzas se habla con frecuencia de la actualización de creencias, ya que mucho de lo que ya sabes fue lo que te trajo hasta aquí, pero no necesariamente te va a llevar a dónde quieres ir.
Revisa si tus gastos hormiga son adecuados o excesivos. Si estás aprovechando los beneficios derivados del pago de impuestos, o estás pagando el seguro correcto. Revisa si estás organizando tus prioridades financieras para sumar a tu tranquilidad. Cuando de optimizar se trata, los detalles hacen una gran diferencia en tu calidad de vida.
2. Ejercer la libertad de empleo
La esclavitud está abolida en la gran mayoría de los países del mundo. Sin embargo, muchos aún seguimos con mentalidad esclavista en nuestro mundo laboral (no en vano llamamos a algunos jefes “explotadores”). El asunto aquí no es evaluar a los jefes, sino asumir la responsabilidad de nuestro bienestar laboral y satisfacción salarial. Si donde estás ahora sientes que no te valoran o que no te pagan lo que mereces, deja de quejarte y muévete. Te cuento cómo lo hice y porqué mis ingresos nunca fueron un problema.
En mi vida laboral, siempre estuve a cargo de mis aumentos de salarios, promociones y desarrollo profesional. Cada 3-5 años cambiaba a un empleo donde me ofrecían mejores oportunidades y mi hoja de vida siempre estuvo al día. Además de eso, estaba activa en las bases de datos de empleos y conocía muy bien los rangos salariales para profesionales de mi perfil. Te sorprenderías de saber que después de 6 años fuera del mundo laboral, me siguen contactando para ofertas de trabajo. Créeme, allá afuera hay una gran oportunidad para ti.
3. Abrir las alas de la independencia
Si piensas que lo tuyo ya se trata de “hacerte cargo de ti” entonces es hora de volar a las tierras de la independencia profesional. Eso sí, no cometas el error de salir corriendo de tu empleo como quien le abren una celda de prisión para que escape. A menos que tengas la base financiera que te permita vivir con tranquilidad unos meses. Mi sugerencia es que empieces ofreciendo tus servicios como actividad alternativa, hasta que éste te sostenga.
Plantéate metas realizables que no te saquen ojeras. Que ganar más no se convierta en la fuente de tus desequilibrios. Comienza con uno o tres clientes, según lo que haces, para que vayas identificando el tipo de persona que te resulta amable servir. Mide los resultados, documentas los éxitos y crea tus estudios de caso. Se trata de ir abonando el terreno, sumar logros, celebrar el progreso y reinvertir los ingresos para seguir creciendo.
4. Crear el Negocio de tus Sueños
Si, ya sé que está de moda el emprendimiento, pero quemar las barcas y echarte al agua no es para cualquier persona. Así que esta no va a ser la recomendación que te voy a dar, pero sí un camino más amable que te funcione, aunque también tiene sus riesgos. Es posible ganar más dinero siendo tu propio jefe, aunque hay que tomárselo con calma.
Detrás de un soñador hay gente que se apunta, e incluso otros que invierten. Por eso debes saber que, si tienes un negocio que sueñas crear, no necesariamente lo debes hacer desde cero ni solamente con tus recursos. En cada proyecto hay inversionistas, pero los mejores inversionistas son también excelentes mentores.
Crea tu plan de negocios donde puedas explicar con claridad el problema que resuelves. Define la metodología/proceso que necesitas para ofrecer la solución, y los requerimientos de recursos que implica ponerlo en acción (incluyendo tu sueldo). Luego preséntalo a quienes creas que les puede interesar sumarse como inversionistas y ejecuta responsablemente tu sueño. ¡Ah! Y recuerda que a los accionistas hay que rendirles cuenta, porque no te están regalando sus recursos, están financiando tu negocio para crecer juntos.
Sin importar cuál sea tu meta de ingresos, cualquiera de estas cuatro formas te va a servir muchísimo para crear el bienestar que deseas y vivir como lo mereces. Ganar más es posible. Recuerda que no hay una receta única para todos, y que no todos encajamos en la misma forma. La felicidad no está en ser como los demás, sino en alimentar tu autenticidad, ¡tengas poco o tengas mucho!
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