¿Te has preguntado alguna vez por qué tu alegría va y viene, pero no se queda como una constante en tu vida?
Existen muchas maneras de experimentar alegría en tu vida. Por ejemplo, cuando ves una película de risa, cuando sales de fiesta con tus amigos. O cuando juegas con tus hijos, algo te sale bien, te compras un traje nuevo, etc.
Son momentos que todos buscamos y valoramos mucho. Ya que nos dan la sensación de que nuestra vida es más bella.
El problema es que esa forma de conseguir alegría es pasajera y volátil, y es muy fácil perderla.
¿Por qué sucede eso?
Porque es una alegría provocada por algo externo a ti. Si eso deja de estar en tu vida, entonces tu alegría se esfuma.
Igualmente, cuando llega algo que no te gusta, que te enoja o que no estaba en tus planes, tu estado anímico cambia por completo.
Las últimas corrientes filosóficas nos hablan de la importancia de la psicología positiva. De los beneficios de enfocarse en las cosas que nos hagan sentir bien. El acercarse a gente que te ayude a crecer y alejarte de la gente tóxica que todo el tiempo se queja.
Y sí, todo esto está muy bien. De hecho, es una de las cosas que yo misma recomiendo en mis cursos y talleres, pero no es suficiente.
Claro que nos ayuda en nuestro día a día, pero debemos profundizar. Hay que buscar lo que realmente nos impide sentir una alegría profunda y verdadera.
¿Qué es la Alegría?
En primer lugar, es importante saber que la alegría es una emoción. Tiene su origen en la palabra que viene del latín «emovere» y que significa «movimiento».
Por eso puedes sentirte alegre mientras conversas con tus amigos. Y de repente sentirte muy enfadado o disgustado porque alguien te tiró la copa de vino tinto encima de tu camisa nueva.
Pero además de que las emociones son algo cambiante, existe una razón más poderosa que nos dificulta sentir alegría plenamente.
Y esa razón es el sentimiento que existe debajo de la emoción. Lo que perdura en el fondo de nuestro ser.
El sentimiento es algo profundo y duradero. Es el estado en el que realmente siempre estás. Pero que solo sientes con claridad cuando el entorno no te distrae.
Por lo tanto, si tenemos un sentimiento profundo de tristeza, soledad o abandono, será mucho más difícil conectar o sentir emociones como la alegría.
Por lo tanto, si deseas sentirte alegre más horas al día o más días al año, tal vez deberías dejar de buscar situaciones, cosas o personas a tu alrededor que te proporcionen la pastillita del placer.
Más bien, trabaja en tu interior, encárgate de sanar y resolver esas situaciones de tu vida que han generado, o están generando en ti, esos sentimientos profundos no deseados.
Solo así podrás sentir plenamente un sentimiento de paz que te permitirá conectar más y mejor con la emoción de la alegría.
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