Ustedes dirán que soy exigente… y sí lo soy. Las personas que tenemos en la carta natal a la luna en el signo Virgo, solemos serlo.
Y por eso me encanta buscar el significado de las palabras y hasta su origen etimológico.
La energía es la capacidad y fuerza para actuar física o mentalmente. Esta definición de internet, es con la que más me identifico para ponernos en contexto de lo que quiero transmitir en este artículo.
La energía es sinónimo de acción. La acción parte de la decisión y esta parte del pensamiento. El pensamiento parte de una emoción. Por eso debemos cuidar cada uno de estos procesos para que la energía se aplique a lo que de verdad queremos.
La astrología, desde siempre, ha clasificado los doce signos del zodíaco en cuatro energías muy distintas entre sí. Fuego que se compone de los signos Aries, Leo y Sagitario. Tierra que incluye los signos Tauro, Virgo y Capricornio. Aire identificado por los signos Géminis, Libra y Acuario y Agua por los signos Cáncer, Escorpio y Piscis.
Cada energía tiene su manera de manifestarse. Sin embargo, estas cuatro energías se complementan entre sí. Exponiendo todo el abanico posible de formas de ser, y abarcando de forma simbólica la totalidad del ser humano.
Esta clasificación distingue además entre energías femeninas y masculinas.
Las energías femeninas corresponden a los signos de Tierra y de Agua. Son energías receptivas y reservadas (YIN, en medicina china).
Las energías masculinas corresponden a los signos de Fuego y Aire, que son energías YAN. Orientadas a la acción y a producir un impacto visible en el mundo exterior.
Analizar qué cantidad de energías femeninas y masculinas tiene la carta natal de una persona, nos permite deducir el nivel de proactividad de la persona. Y, en general, su manera de estar en el mundo.
Para nosotros los astrólogos, es muy revelador hacer este análisis previo, en una carta. Antes de ponerse a indagar aspectos más concretos de ésta.
Las energías masculinas son más nerviosas, activas y dominantes. Pueden ser agresivas si se canalizan mal.
Las energías femeninas son más tranquilas y receptivas. Pueden dar como resultado personas pasivas y perezosas si se encuentran en exceso en nuestra carta natal.
Lo ideal es tener en nuestra carta un poco de cada una de las cuatro energías. Pero es habitual encontrarse con cartas de personas que carecen de una de estas energías básicas o tienen una en exceso. Esta característica implica siempre un desequilibrio del que la persona no siempre es consciente.
A continuación, les explico un poco, lo que significa tener mucho o poco de una determinada energía en nuestra carta natal.
AGUA
Si tenemos mucha agua en nuestra carta, seremos imaginativos y sensibles. Pero también muy impresionables, susceptibles y miedosos frente a los desafíos o las novedades.
Llevar esta tendencia a la consciencia puede hacer que la persona se empodere y supere miedos si así lo desea.
Si tenemos poca agua, (emoción y sensibilidad), nuestra vida emocional será menos consciente y manifestada. Nos costará entender nuestras verdaderas motivaciones y la de los demás. Si no sabemos que tenemos poca de esta energía, no se nos hace fácil tomar consciencia de la importancia de conectar con nosotros y con los demás a nivel más auténtico y profundo.
La recomendación es proponerse a hacer alguna actividad en la que se involucre el agua. Navegar, bañarse en la playa, tomarse una ducha larga de vez en cuando, visualizando el agua que corre.
FUEGO
Si somos muy de Fuego en nuestra Carta Natal, podemos llegar a ser demasiado activos e impulsivos, impositivos o agresivos con tal de conseguir nuestros objetivos o intereses. Con el consiguiente choque con los demás.
Drenar energía a través de actividades acuáticas, podría ayudar.
Si, por el contrario, no disponemos de Fuego (energía y confianza en la vida y en nuestras capacidades), tendremos poca energía. Con tendencia a tener frío y con poca resistencia. El estado de ánimo será más realista tirando a pesimista. La escasez del elemento Fuego, como en los otros casos, se puede paliar con otros elementos de nuestra carta natal y por ello hay que estudiar cada caso con detalle.
La ausencia de Fuego puede compensarse a través de una alimentación YAN (carne, picante, alimentos cocinados). También mediante la práctica regular de un deporte que le proporcione la energía de la que anda escaso.
TIERRA
Cuando en nuestra Carta Natal, tenemos mucha Tierra, fácilmente podemos perder perspectiva y visión general, y ser estrechos de visión. El mundo laboral, y práctico puede llegar a ser lo único importante para nosotros, con el consiguiente empobrecimiento vital.
Aprovechar el tiempo practicando alguna actividad física o intelectual, puede compensar el exceso de Tierra.
Si lo que nos falta es Tierra (sentido común, pragmatismo, estabilidad), nos costará obtener resultados tangibles y sentido práctico. Seremos más desorganizados e inestables.
Es interesante todo lo que tenga que ver con el contacto con el elemento tierra: paseos por la montaña, trabajo con barro, consciencia corporal a través de los masajes, del yoga o el reiki, por ejemplo.
AIRE
Si hay mucho Aire en la Carta Natal, puede generarse desgaste nervioso. También puede dar tendencia a acumular datos a costa de sentir emoción de forma genuina y profunda.
El consejo para estas personas sería acostumbrarse a ciertas rutinas para no dispersarse, y establecer planes de acción planificados y estructurados para obtener lo que se propongan.
Carecer de Aire (facilidad para el estudio y para la comunicación, sentido relacional, adaptabilidad), suele traducirse en falta de flexibilidad y de dificultad para conectar con los demás, con la consiguiente tendencia al aislamiento.
Actividades grupales, culturales o con la comunidad pudiesen ayudar a compensar la energía.
De todas maneras, antes de sacar cualquier conclusión, hay que analizar y reflexionar la Carta Natal en su conjunto, ya que la ausencia o exceso de una de las cuatro energías básicas puede verse compensada por otros elementos en la carta natal. Por ejemplo, el énfasis de planetas en ciertas Casas (sectores), o el tipo de aspectos entre planetas.
Paracelso, en sus tiempos decía:
«Todos están interconectados. El cielo y la tierra, el aire y el agua. Todos son, una sola cosa; no cuatro, y no dos, y no tres, sino uno. Si no están juntos, hay sólo una parte incompleta. «
Las energías están allí, el astrólogo puede ayudarnos a verlas, nosotros, con nuestro libre albedrío, elegimos buscar el equilibrio.
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