Hace unos cuantos años descubrí cómo diferentes corrientes y creencias definen la palabra enfoque. Pero desde mi sentir la concreté en estas palabras “Enfoque es donde pones tu energía o atención”. Palabras que las he escuchado aún más pulidas en boca de nuestro querido Anthony Robbins en sus diversos videos.
Cada día es una lección de vida para mí. Descubrí que mi atención quedaba atrapada en los conflictos laborales. Veía cómo eso me cargaba de energía negativa hasta el punto de provocarme dolor de cabeza, malestar, pesadez, tristeza, etc.
En abril de 2004, me inscribí en un curso Avatar. Mis facilitadores fueron Julio César González y Francia Álvarez. Ellos me guiaron durante este maravilloso y revelador proceso a descubrir dónde estaba poniendo la atención. Era en querer “tener la razón”. Esto hacía que quedara atrapada y mi autoestima se viera afectada y no podía cumplir mis metas y sueños.
Para tener consciencia de dónde estamos centrando la atención es necesario pasar por un proceso largo. Donde se incluye el permiso para cuestionar nuestras creencias, pero luego que lo logras podrás respirar profundamente. Te sentirás conectado con tu ser y con tu pensamiento.
Libera tu energía
Una manera de lograr esa conexión es a través de la meditación. Yo comencé mis prácticas por 10 minutos diarios, de manera muy consciente. Esto me ayudó a desarrollar el músculo de la atención. Junto a otras herramientas aprendidas me han ayudado a lograr definir y decidir en dónde realmente estoy. Esto para dirigir mi energía y mis acciones siempre orientadas hacia el logro de esa meta. Enfocada, cada día con más capacidad de observar el todo y no un solo elemento.
Estar enfocados es una habilidad. Es estar presente en el aquí y el ahora, es sacarle el máximo provecho a cualquier situación, así sea negativa. Porque sabemos que lo que buscamos vendrás más adelante, pues todo se da en el tiempo perfecto de Dios.
Cuando estamos enfocados podemos generar una sensación de comodidad delante de quienes nos rodean. Nos ven seguros, pero detrás de eso, hemos soltado creencias limitantes y miedos. Ya soltamos el victimismo para convertirnos en dueños de nuestras decisiones.
Particularmente me funciona muy bien dejar todas mis decisiones en manos de Dios, pero siempre enfocada en cada acción y prestando mucha atención a mis pasos. Cuando me enfoco en dar amor, en buscar la excelencia y en enaltecer a Dios, todo fluye con una gran energía, que pareciera que todo fluye solo, sin necesidad de forzar nada, pero no es así, detrás de esos resultados hay una Miryam muy exigente consigo misma, quien busca crecer y sacar lo mejor de sí para ser cada día más compasiva y amorosa y así poder estar lista para servir, ayudar y apoyar en todo momento a quien lo requiera.
La clave para mantenernos enfocados y no desanimarnos es, primeramente, saber qué quiero, cuándo lo quiero y por qué lo quiero; evitando siempre caer en negación y de ser así, tener la capacidad de volver a tomar el rumbo, siendo optimistas y realistas, celebrando con gratitud cada pequeño paso que logremos dar en el logro de aquello en lo que estamos enrumbados, siempre con la mejor actitud, no con un positivismo ingenuo, sino objetivo y realista.
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