Dios

¿Tú eres Dios-a? Uhmm…Descúbrelo

ArmoníaF Team Saber Estar Leave a Comment

Muchas veces se nos hacen comparaciones en diferentes religiones de la esencia de Dios en nosotros. Cada religión a su propio modo. Otras doctrinas nos proponen que somos dioses o diosas.

La religión cristiana expresa: en el último día de la creación, Dios dijo, “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Génesis1:26).

Me parece un poco narciso pretender ser dios o diosa. Aunque siempre he considerado que somos parte de esa esencia divina. Es cuestión de imaginar a Dios como un gran océano y nosotros una parte de Él. Entonces tenemos los mismos componentes, pero no somos el océano como tal. Otra forma sería, ver el ejemplo entre padres e hijos. Los hijos tienen la misma esencia de sus progenitores, pero no son ellos.

Cuando se trata de llevar este concepto a diferentes realidades en el mundo, vale la pregunta: ¿qué parte de Dios tienen esos otros? Es normal hacerse juicios de lo que consideramos bueno o malo. Casi puede decirse que es sano hasta cierto punto.

Del lado de Dios

 

Entonces, ¿de qué lado está Dios? ¿Con ellos o con nosotros? Si detenemos el juicio, fácilmente podemos notar que cada sociedad tiene una intención elevadamente positiva que resguarda su hacer. Incluso cada individuo siempre tiene una intención positiva de sus actos, aunque estos no sean buenos.

Desde el gótico tenemos a una iglesia de carácter ocultista en cuanto al hecho de dar a conocer la información importante de la época plasmada en los libros. Eso determinó gran parte la arquitectura oscura, alta, abovedada. La intención positiva de los sacerdotes era proteger a la sociedad de falsas interpretaciones. Que les hicieran perder sus valores, no era aquel el momento para hablar de libre albedrío, ni de la fuerza del poder interior.

Quizás la gran esencia de Dios en nosotros sea el libre albedrío. No solo para hacer el mejor uso de nuestros dones. Sino además el peor y la pregunta es: no es acaso este un poder de dioses. El poder definir el camino de nuestras vidas e incluso directa o indirectamente la vida de los demás.

Definiendo a Dios

 

Pero, ¿cómo es nuestra definición de Dios-a? ¿Benevolente? ¿Misericordioso o vengativo? ¿Pacífico o agresivo?  De este concepto dependerá en gran forma nuestras acciones. Porque en el fondo, ahora solo estamos recogiendo una imagen de un Dios vengativo. Castigador que fabrica cielos para los buenos e infiernos para los malos.

Nuestras sociedades erigiendo su gran poder colectivo e individual se han vuelto cada vez más sedientas de una justicia inmediata y muy poco comprensiva a la hora de ver un tercer lado.

Detenerse a pensar que somos los Creadores totales de nuestras vidas, que los extremos ya no nos funcionan como sociedad, que debemos dejar de pensar en blanco y negro y comprender que existen miles de matices de grises e incluso millones de colores con su gracia y su sin gracia. Nos ayudará a ejercer nuestro libre albedrío más responsable y consciente.

Como las bandadas de los pájaros que van al Sur en busca de mantener la especie, tú y yo estamos buscando cada vez más alternativas que nos contribuyan no solo a mantenernos vivos, sino además a conservar nuestro gran hogar llamado Tierra, que también es una gotita del vasto océano de la Galaxia. ¿Seremos acaso nuestro propio concepto de Dios?

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