Creación o Evaluación

ArmoníaF Team La vieja medicina del futuro Leave a Comment

El reto de la humanidad es lograr integrar todos los puntos de nuestra naturaleza. Animal y espiritual, corporal y mental, emocional y racional. Para muchos, nos resumimos en la dualidad creación o evolución.

Dualidad

 

Los médicos en especial experimentamos un conflicto existencial en nuestra vida cotidiana. Cuando estamos en la mesa de operaciones con un paciente, somos como mecánicos altamente especializados trabajando sobre un cuerpo. Pero, cuando vamos a Misa nos damos hasta golpes de pecho y rezamos. ¿Cómo manejamos la realidad que ocasiona el materialismo científico al negar las creencias de la fe?  La práctica médica no es solamente una metodología científica. Posee políticas de acción y un cuerpo doctrinario sustentados por una ideología y una filosofía.

Nuestro sistema de creencias determina la percepción del mundo y de la vida. La manera como interpretamos los acontecimientos. El sentido que le damos a la salud o a la enfermedad. La manera como afecta la vida y la muerte, las ganancias y las pérdidas depende de ello.

Ser materialista o ser espiritual plantea dos visiones totalmente diferentes. Opuestas y contradictorias, que determinan y definen nuestra actitud existencial. Por eso, unos luchamos contra la enfermedad, las pérdidas y la muerte e irremediablemente terminamos doblegados ante la fatalidad y la “injusticia”. Mientras que otros afrontamos con entusiasmo y optimismo las mismas vicisitudes y nos sentimos fortalecidos por la fe.

Lo que cuenta es el Espíritu –el cuerpo es sólo un traje-. El cuerpo es el templo del Espíritu.

Materialismo vs. Espiritualidad

 

La visión materialista apoyada por el positivismo científico y la teoría evolucionista de Darwin ha influenciado en grado sumo a la modernidad. Según ella somos animales superiores. Hemos desarrollado una inteligencia de patrones, emocional, creativa y racional. Esto nos convierte en los más hábiles exponentes en la evolución.

A la luz esta visión, la humanidad es la especie reinante y determina su propia circunstancia. El sufrimiento, la enfermedad y la muerte se conciben como hechos lamentables y perturbadores que no deberían ocurrir. Por eso los enfrentamos. Hemos desarrollado una variedad de medicamentos capaces de suprimir cualquier síntoma de malestar. 

Tampoco toleramos lo que creemos son injusticias como es el caso de gente inocente en prisión. O culpables en libertad, violaciones, abusos, estafas, engaños, etc. Por lo cual vivimos con cierta paranoia y a la defensiva pensando en que la próxima víctima puedo ser yo o algún ser querido. Así que para sobrevivir en estas condiciones tenemos que tomarnos competitivos. O agresivos y regirnos por la Ley de la jungla en la que se impone “la supervivencia del más fuerte y del más apto”. Porque quien no es un vivo es un pendejo.

Evolución o conformismo

 

El objetivo de la vida debe ser alcanzar el éxito. Y este se mide en función de lograr las metas materiales como: el sexo, el poder, el dinero y la fama. En estas circunstancias para la medicina, la enfermedad, el envejecimiento y la muerte son enemigos.

La otra visión es más humana y espiritual. Considera que somos espíritus inmortales en una experiencia corporal. No somos cuerpos que tienen un espíritu sino espíritus que poseen un cuerpo. Así que, el sufrimiento es concebido como una contingencia necesaria que forma parte de la dinámica de la vida. Al igual que la enfermedad o la salud, el nacimiento o la muerte. Nada ocurre que no se encuentre sujeto a las Leyes Universales y a la justicia divina. Si bien todos los seres nacen, se reproducen envejecen y mueren, los humanos no estamos aquí nada más que para eso. La vida tiene un propósito espiritual. Este es el aprendizaje y la evolución de la consciencia. Ya que somos los únicos animales (que conocemos) con autoconsciencia.

 Lo que ocurre es lo que corresponde, nada se escapa a la Justicia Divina.

Las experiencias tienen sentido en la medida en que los errores y la ignorancia del pasado sean aprovechados. Y nos demos la oportunidad de aprender de ellos y corregimos. De tal manera, podremos modificar el futuro y tomar las riendas de nuestras vidas. Desde la libertad y la responsabilidad que implica las consecuencias de nuestras elecciones.

Cosmovisión Integradora

 

Si bien la evolución de las especies es una verdad científica irrefutable, no es menos cierto el que seamos seres espirituales que en algún momento fuimos creados por Dios. ¿Por qué nos cuesta creer que ambos razonamientos puedan ser verdad? Estas posturas en apariencia contrarias, en realidad son complementarias.

El evolucionar como animales a través de la selección natural no excluye que exista una evolución de la consciencia espiritual a través de la experiencia corporal. El grave error de muchos que se consideran científicos, en este sentido ha sido el de ignorar lo que desconocemos.

Considero limitante restringirnos a lo que sólo podemos conocer en la tercera dimensión y desconocer todo lo que no podamos constatar por medios sensibles. Quienes así piensan, lo siento por ellos, porque nunca podrán tener certeza acerca del alma y el espíritu ya que estos no pertenecen a la tercera dimensión. Así que sobre ellos no se puede tener conocimiento con los 5 sentidos ni con instrumentos físicos.

La evolución también es espiritual

 

La teoría del evolucionismo del mundo material es tan cierta como que existe una consciencia espiritual que evoluciona a través de la experiencia corporal.

El espacio tridimensional (alto, ancho y profundo) y el tiempo, constituyen las limitantes de esta tercera dimensión. Se dice que hay otras dimensiones más allá de la cuarta, en las que ni el tiempo ni el espacio son limitaciones. El alma y el espíritu le pertenecen. Los físicos modernos hablan incluso de universos paralelos y de otras posibilidades que van más allá de nuestra imaginación. Así como no podemos imaginarnos un universo físico con billones de galaxias similares a la nuestra, tampoco podemos imaginarnos lo infinito ni la multidimensionalidad. Ya lo dijo uno de los padres de la ciencia en el siglo XVII, Blaise Pascal: “No se puede conocer lo infinito con una mente finita”. Cómo podemos suponer, alguien que piense así debe haber sido sin duda un científico que supo integrar la espiritualidad.

El universo físico espacio-temporal es sólo un nivel de manifestación, existimos en otras dimensiones.

El divorcio y la negación de cualquiera de los dos aspectos de nuestra naturaleza nos han hecho mucho daño como cultura. Ha llegado el momento de un cambio de paradigmas que nos permite abrazar la unidad e integrar nuestra naturaleza humana y divina.

Ver también Decidir ser quien soy

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