Conflicto Existencial y Crisis

ArmoníaF Team La vieja medicina del futuro 1 Comment

El ser humano es de naturaleza dual: animal y espíritu. Un ser espiritual en una experiencia corporal de tercera dimensión. En la medida en que crecemos y el Alma se identifica con el ego, vamos perdiendo las memorias y la conciencia de espiritualidad. Los 5 sentidos enfocan su atención hacia el exterior, la búsqueda de placer y la evasión de dolor se convierten en nuestras principales inclinaciones. Nos identificamos con la necesidad del cuerpo y de la mente y el ego toma el control. Cuando uno no atiende las necesidades del ser real o auténtico, tarde o temprano sobrevendrá una crisis. 

Nuestra cultura moderna ha perdido la visión de espiritualidad, de organicidad y de ecología. Por eso atravesamos una crisis de magnitudes apocalípticas sin precedentes en la historia. Al estar identificados con el ego y sus caprichos es inevitable que el materialismo nos absorba. Como si fuera poco perdemos memorias y contacto con el mundo espiritual. La ideología científica materialista dominante niega la existencia de la espiritualidad. La tendencia egoísta, materialista, separatista, competitiva, explotadora, etc. A gran escala es el caos, por eso la crisis planetaria es solo una extensión del desequilibrio personal.

Nuestra mente

 

El cerebro izquierdo desarrolló las cualidades yang. La lógica, el razonamiento secuencial, el análisis y la capacidad de dividir y separar las cosas para estudiarlas. Se llega a tener una visión mecanicista, desarticulada y atomista que elabora el concepto último de que: cada quien es un ego aislado.

Nuestro hemisferio derecho desarrolló las cualidades yin. Creativas, imaginativas, la captación intuitiva y a priori. La capacidad de percibir la organicidad y la unidad. De considerar las necesidades del otro a través del amor y alcanzar la visión holística, de totalidad y de interdependencia ecológica.

Anteriormente, al igual que cualquier cultura aborigen, la nuestra concebía al ser humano vinculado en una relación viva y estrecha con la naturaleza. A tal punto, que las enfermedades eran entendidas como producto de un desequilibrio entre el individuo y su entorno (el mundo material-visible y espiritual-invisible).

Es así que, el enfoque terapéutico era por consiguiente el de intentar restituir ese equilibrio natural. Los avances y descubrimientos del siglo XX en física cuántica, astrofísica, biología y ecología han ayudado a recuperar la percepción sistémica, integradora y holística que nos permite reconocer la unidad e interdependencia de la vida.

Crisis: un cambio de paradigma

 

Por lo que, un cambio de paradigma está ocurriendo en lo social y en lo científico que busca restituir el equilibrio perdido. Es el paradigma de lo holístico, el paradigma ecológico el que nos recuerda que “el todo es más que la suma de las partes” y que “el Todo está en todo”.

Surge una era de mayor interconexión en la que aprenderemos a convivir armónicamente como células de un mismo cuerpo.

Ver también Prana «energía vital»

Video Reconexión Espíritu-Psiquis-Cuerpo

Dr. Efraín Hoffmann

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