Ya sea por conteo de lunas, por épocas que vienen y van, el tiempo siempre nos indica que todo en la naturaleza se mueve por ciclos. Si viviéramos distraídos, ni cuenta nos daríamos de las etapas que finalizan y las que inician. Quemándonos día tras día sin hacer ni siquiera un balance. En esta oportunidad hablaremos de lo importante de detenernos, aunque sea unos días, a celebrar lo que hemos avanzado hasta hoy.
Hasta los mentales hacen balances
Incluso en las más mentales profesiones (como el derecho o las finanzas) se sabe que deben hacerse cortes para revisar, ajustar y planificar. En mi caso, como financiera, tenemos dos informes empresariales importantes. El balance general y el estado de resultados. Son inicialmente de carácter legal, pero permite a la empresa saber dónde está, y si va por buen camino. En nuestro caso en ArmoníaF tuvimos un ligero descanso a mediados del 2018. Y esto nos permitió hacer ajustes que hoy rinden frutos. Detente en medio del camino, mira hacia atrás y ¡celebra el progreso!
Un equipo sin fiestas es una tiranía productiva
Otro motivo importante en la creación de espacios para celebrar. Es el desarrollo de relaciones personales más amables. Una empresa que no celebre, que no se reúna para otra cosa más que hablar de trabajo, es una tiranía productiva. Es muy triste, pero hay emprendedores y empresarios que no tienen vida más allá del trabajo. Como si vivieran adictos al cortisol que les produce el estrés. Conozco casos de personas obsesivas con sus empleos. Terminaron terriblemente enfermas y además incapacitadas. Celebra, dale un espacio de oxígeno y dopamina a tu mente, para que descanse y se sienta valorado.
Celebrar es un estado mental de abundancia
Quienes sólo piensan en producir, tienen una terrible mentalidad de escasez. Hay mucho miedo de “perder” por creer que se es ocioso. Para mí, esto ha sido una lección personal. Yo crecí viendo a mi mamá trabajar desde las 7 de la mañana hasta la medianoche, y aun así le parecía que no era suficiente. La celebración la tuve que aprender por consciencia, y sin embargo tampoco es que me sale tan natural. Pero definitivamente, cuando sabemos que hay para nosotros, nos relajamos un rato y nos damos una palmadita de “¡qué bien lo has hecho!”
Si hoy tienes un plan, o deseas arrancar algo próximamente, no olvides que cada día harás muchas cosas, y al cabo de cierto tiempo estarás en un nivel superior. Date espacios para celebrar. En mi caso yo cargo conmigo una app de aplausos, y me aplaudo con más frecuencia de la que te imaginas. Mi alma está haciendo un excelente trabajo, y es así como yo entreno a mi mente para que vaya acompasado con el resto de mi ser real. ¡Apláudete y celebra!
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