Cambio de Paradigma

Paradigma: visión integradora de la naturaleza humana

Existen muchos esquemas que tratan de exponer lo que entendemos de la naturaleza humana. Les presento un esquema que trata de resumir y sintetizar los planteamientos de las principales teorías científicas con las espirituales.

Comencemos por el cuerpo físico macroscópico, el cual se encuentra formado por los órganos blandos y el tejido músculo esquelético. Luego, el cuerpo microscópico formado por tejidos y células.

A un nivel, bioquímico las células están compuestas por molécula y átomos, y a un nivel biofísico por partículas subatómicas. La ciencia reconoce que el cuerpo físico es el asiento de la psiquis, y ella está compuesta por una parte mental y otra emocional. Esa psique, en el esquema del psiquiatra Sigmund Freud posee tres estructuras de consciencia conocidas como el Yo, el Ello y el Super Yo. las cuales fueron manejadas de una forma más amigable por Erik Berne al hablar de las tres instancias como el Adulto, el Niño y el Padre.

El esquema de los metafísicos y espiritualistas nos habla de un cuerpo físico con su doble etéreo, de un cuerpo astral o emocional y de un cuerpo mental, que constituyen la personalidad. El cuerpo etéreo vendría a ser la matriz de Biofotones, y el cuerpo emocional y el mental en su conjunto constituyen la psiquis.

Existe otro cuerpo más sutil conocido como causal y es el que representa a la esencia divina en el ser humano, al espíritu y la individualidad. Es como la parte de Dios que mora en nosotros y nos guía. El Espíritu Santo del Cristianismo. El alma es también un cuerpo sutil que encarna en cada existencia y se asocia con la personalidad. En él se almacena la información de cada existencia, como una memoria USB que trasporta la información.

Cada vez que trabaja en una computadora guarda la información y se la lleva, pero no necesariamente vacía la información que traía de antemano a menos que se le solicite. A través de las regresiones se logra acceder a esa información.

Dimensiones y cuerpos

Ego, alma y espíritu

Algunos hablamos del alma o del espíritu indistintamente asumiéndolas como sinónimos. Ambos son cuerpos sutiles en naturaleza, pero de diferente función. El espíritu es la esencia divina inmaculada que llega con la primera respiración y se desprende con el último suspiro. El alma funciona como un archivo de memoria que se hace presente desde la concepción, se funde con los cuerpos de la tercera dimensión y se identifica con ellos adquiriendo autoconsciencia y desarrollando una personalidad.

Por ejemplo: Soy Efraín Hoffmann, hombre, de raza blanca, médico, etc. Lo cual no define quien soy en realidad, pues en verdad Yo Soy el espíritu y el alma inmortales. Tengo un cuerpo pasajero, tengo una personalidad y me dieron un nombre, me gradué de médico y práctico la medicina holística.

Todos deberíamos preguntarnos ¿quién soy? Unos se identificarán con el ego o yo inferior y otros con el espíritu o Yo Superior. El ego siendo una entidad abstracta representa a las necesidades del cuerpo, lo instintivo, el sistema de creencias, los sentimientos y todo lo adquirido en esta vida. Su función es nutrir y proteger la existencia corporal para la supervivencia. El alma al encarnar y empezar a utilizar el cerebro se identifica con el cuerpo, con el ego, y se forma una personalidad; gradualmente pierde contacto como las memorias que traía hasta quedar completamente inmerso en la nueva historia que registra.

El espíritu no tiene un asiento en el físico, está conectado con nuestro corazón, a través de la cabeza y esa conexión persiste fuertemente hasta soldarse los huesos craneales en los niños. La consciencia espiritual se desvanece en la medida en que crecemos y el mundo externo nos absorbe, siendo condicionados, adoctrinados y nos vamos alineando. De no ser por las religiones, no tendríamos noción de Dios y de espiritualidad, su ausencia es la causa por la que muchos la han perdido por completo. En cambio, los videntes y los médiums mantienen esta conexión cuando las situaciones externas son muy adversas desde pequeños por lo que repliegan dentro de sí y desarrollan una vida interior.

Los psíquicos que han tenido la capacidad de ver más allá del cuerpo físico diversos cuerpos, de esta manera, más allá del cuerpo físico, luego el cuerpo emocional, luego el cuerpo mental, seguido del cuerpo causal. A través de una conexión que sale por la cabeza el Antakarana nos conectamos con el espíritu. Esa imagen similar al cuerpo conectada con el corazón y la cabeza es la divina presencia.

El ego vive en una ilusión de separatividad, más todos Somos Uno y nuestra vida es interdependiente. Es momento de un cambio de paradigma.

Ver también La oportunidad de sentirse mejor

Efraín Hoffmann