¿Cómo pasar de “Pesado” a Risueño en un Tiztazo?

Estar alegre o no, puede depender de muchos factores. Pero este artículo te revelará algunos truquitos. Para que cuando aparezcan esas condiciones no tan favorables a tu buen estado de ánimo, puedas cambiarlas en un abrir y cerrar de ojos. Es lo que yo llamo “tiztazo”.

Sonríe

Sí al levantarte estás tan pesado que no puedes ni dar los buenos días, solo asegúrate de mirar a los ojos a tus compañeros de habitación y dar una pequeña sonrisa. La sonrisa es un gran gesto de comunicación no verbal universal. Que nos alegra y además, alegra a quienes se la regalamos. Empieza con una sonrisa, verás cómo cambia la sensación.

Tareas abrumadoras

Cuando tengas tareas que te hagan sentir francamente fastidiado, entonces ¡canta! Sí, como lo lees, cantar genera endorfinas. Estas son hormonas que producen bienestar y hasta la euforia de forma positiva. Así que, la próxima vez que te toque lavar la pila de los platos más de tres veces al día,  ¡canta, canta, sin parar!

Saluda

Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Un saludo espontáneo con buena fuerza de voz y algarabía cambiará automáticamente el estado de los presentes. En ocasiones vivimos tan aletargados en nuestros propios pensamientos, que un saludo vigoroso reconecta con la alegría de la vida.

Cerebro Rumiante

¿Te ha pasado alguna vez que te encuentras varias veces al día rumiando un mismo pensamiento en tu cabeza constantemente, hasta el punto de parecer disco rayado?  Bueno, si te ha pasado coloca tus ojos hacia tu oído izquierdo. Y recuerda ahora mismo la voz del dibujo animado que más risa te cause. Cuando te encuentres machacándote el mismo pensamiento en tu cabeza una y otra vez, solo colócale mentalmente la voz de tu personaje más divertido. No olvides mover tus ojos hacia el lado izquierdo de tu oreja. Ya verás que se acaba rápidamente el disco rayado y hasta sonríes.

Imagina

Por último, ¿discusiones? ¿Peleas? A qué sí, todos las tenemos. Bueno aquí una de mis favoritas y más efectivas estrategias para propiciarme alegría hasta en los momentos más difíciles. Pero cuidadito el nivel de explosión de la otra persona. Porque si te da por reírte a carcajadas se podría disgustar más. Al verte inmerso en una pelea de quién tiene la razón, te sugiero que visualices a la otra persona y su diálogo como si estuviese hablando o muy rápido o en cámara lenta. Es decir, tomar una imagen mental del segmento y ponerle al mínimo volumen en cámara lenta. Es realmente chistoso y créeme que no te dará por responder. También puedes ponerle velocidad al tipo de las “ardillitas”. Funciona. Pues finalmente dos personas ofuscadas muy pocas veces pueden llegar a buenos acuerdos. Es mejor calmarse y tomárselo con un poco de humor, hasta poder responder de forma asertiva.

Espero te funcionen alguna de estas técnicas o todas. Hazme saber cómo te ha ido con ellas. Lo importante es que aprendas cada vez más a controlar tus estados de ánimo. Eventos desagradables durante el día siempre los vamos a tener. Solo nos quedan dos opciones: amargarnos el resto de las horas por el suceso o, aprender a pasar la página rápidamente para continuar disfrutando de los eventos positivos y placenteros del día que también hay durante el día. ¿A que sí? Nos vemos en la próxima entrega.

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