Ser Altruista es Rentable

Joselyn Quintero Mandala de Negocio Leave a Comment

¿Se puede crear un mundo mejor y a su vez ser premiado financieramente por ello?

¿Cómo poner el dinero de mis impuestos en aquello que realmente apoyo desde el alma?

¿Por qué las personas y empresas que más ayudan, son las que pagan menos impuestos?

Desde hace algún tiempo se viene hablando de la responsabilidad social. Una manera de devolver al entorno parte de lo que ha obtenido gracias a ésta.

Pero hacer las cosas por meras estrategias financieras y como una obligación legal, no llevará a ninguna empresa a la prosperidad (entendiéndose la prosperidad como esa energía que genera ganas de pertenecer ser parte de ésta). Aquí vamos a hablar de 3 formas en que es rentable el altruismo cuando éste es verdadero.

Educación Altruista

 

Cuando somos conscientes de que cada persona en nuestra organización es un talento en su plena expresión, no hay manera de limitar los gastos en formación y actualización.

Aún recuerdo cuando yo trabajaba en el mundo corporativo. Los cursos más fundamentales para mi desarrollo como empleada se filtraban como quien inspecciona una maleta con sospecha de droga.

Lo más increíble de todo, es que los gastos educativos de cualquier persona particular independiente o empleado, son deducibles de impuestos.

Sin importar donde vivas, el sistema fiscal de tu país premia el hecho de que te eduques. Que tú no sepas cómo deducirlo, es otra cosa. Pagarte tu propia educación es una manera de poner tu dinero al servicio de tu crecimiento.

Contribución Altruista

 

La nueva generación de emprendedores trae consigo algo que no existía el siglo pasado: la necesidad de contribuir con extraños que están en situación de desventaja.

Tal como comenté en el artículo de la energía oculta de los tributos, esa práctica fue normal hace cientos de años atrás, y luego dejó de ser tan normal cuando se crearon los impuestos como forma de distribuir la riqueza.

Quienes contribuyen a mejorar la vida de otro no sólo generan cantidades asombrosas de endorfinas en su organismo, sino que además tienen la posibilidad de descontar los aportes que hacen, de los impuestos que pagan anualmente.

Intención Altruista

 

¿Y qué hay de las causas o situaciones en las que queremos ayudar, y que no podemos descontar de impuestos?

He aquí donde se separa la contribución como un beneficio fiscal, de una actividad del alma. La mayoría de las empresas primero piensan en descontar impuestos y luego en ayudar a través de ello.

Las personas realmente altruistas piensan en ayudar para luego sentarse con su contador y ver de qué formas eso puede descontarse de los impuestos.

Como todo en el dinero, la intención (la energía puesta a lo que hacemos) es lo que cuenta. Si después de darte cuenta que no puedes descontar de impuestos esa colaboración que deseas hacer, e igualmente la haces…. ¡igual el universo va a crear un equilibrio a eso que das!.

Si bien es cierto que existen maneras terrenales de circular conscientemente las ganancias de nuestro negocio, lo que va a generarte una vida de prosperidad y satisfacción es que lo hagas con el corazón en la mano.

El altruismo, cuando es realmente altruismo, siempre es rentable.

Escrito por

Joselyn Quintero

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Asesora Financiera con especialización en Psicología Financiera y Neuroeconomía. Creadora de ArmoníaF y Mandala de Negocios. Convirtiendo el dinero en una herramienta de bondad y amor para el bienestar del mundo.

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