cada día

Cada vida es una aventura

ArmoníaF Team Talento en Abundancia

Estaba allí tendida en una camilla que parecía una mesa de masajes.  Tenía una almohada confortable y me sentía relajada.  Recuerdo escuchar las palabras de Pat Longo, una conocida sanadora espiritual. Es quien entrenó a la famosa “Long Island Medium” que ahora tiene su propio show de televisión en los Estados Unidos.  Estaba a punto de entender que cada vida es una aventura.

Pat era la persona haciéndome la regresión. 10, 9, 8, 7, 6…  “Ahora estás frente a un espejo y te estás viendo.  El espejo te muestra muchas versiones de ti.  Elige una y dime que ves”, me dijo.  Allí estaba yo, una pequeña de 10 años correteando cerca del establo donde estaba escondido mi hermano menor.  Yo lo había dejado allí para esconderlo de nuestro padre, un hombre bueno pero que se enfadaba con facilidad.  Podía sentir que le teníamos mucho miedo y yo me encargaba de proteger a mi hermanito.  De pronto salté a otra escena.  Estaba vestida con un traje bellísimo de la época de la fiebre del oro en los Estados Unidos, al menos eso creo.  Era la misma vida y me veía bajando las escaleras de caracol gigantes en una casa lujosa, en la cual se hacía una fiesta en mi honor para despedirme. Mi padre me enviaba en un largo viaje a Europa a estudiar.  Parece que siempre me ha gustado estudiar y aprender, y la verdad, se me vienen muy bien aún en esta vida.

Esta fue solo una de las vidas que pude acceder en esta regresión a la que me sometí.  Antes de experimentarla siempre sentía que encarnar tenía mucho sentido.  Para mí no es posible creer que solo somos carne y hueso. Y que al final de nuestra vida todo desaparece porque solo somos materia.  Había leído el libro de Brian Weiss el autor de Muchas vidas muchos sabios hacía muchos años en Colombia. Y aquel libro me había dejado una inmensa intriga que una década después terminaría en mi primera regresión.

Cada vida es una aventura

Después de esta experiencia, comprendí que cada vida es una inmensa aventura.  Que somos nosotros quienes en parte decidimos venir cada vez acá. Utilizar este vehículo de la encarnación para darle color y alegría a nuestra alma. Aún más a través de las lecciones que recibimos mientras encarnamos en una vida.  Por eso, cada vida es como una aventura. Y si a esto le sumas que al nacer olvidas a qué viniste, entonces el proceso se vuelve todavía más impredecible, como un rodeo. 

Sabes que antes de que se abra la puerta para dejar salir al potro salvaje tu objetivo es estar encima de su lomo el tiempo más largo que puedas.  Pero en el proceso, la puerta se abre y tu entrenamiento se vuelve instintivo porque no hay ni un segundo de espera para pensar en el siguiente paso.  Es como si algo que no sabes te guiara, y eso es precisamente lo que sucede en cada aventura que vives a través de las vidas que encarnas.  Como en el rodeo, la próxima vez que montes el potro salvaje tendrás más experiencia. Y tus instintos te permitirán tener un rodeo más suave y duradero.  Así es cada vida.  Esas lecciones que aprendes en cada aventura o vida, se quedan contigo en tu memoria celular para que las uses de manera efectiva en tu nuevo rodeo.

Por eso goza y aprende bien de cada aventura que elijas, es decir, de cada vida, pon atención a las señales en el camino para que al final de cada vida tu alma avance con más facilidad y gozo hacia una nueva.  Todas las herramientas necesarias vienen contigo porque encarnas con tus talentos, y son ellos los que te facilitan cada una de tus vidas. 

Marcela Hede

Ver también Vivir no es sobrevivir

Vídeo Los peligros de recordar tus vidas pasadas

¿Quieres la Revista ArmoníaF?

Más de 3.000 personas reciben cada mes nuestra revista digital totalmente gratis. Recíbela tu también, por email y sin importar donde vivas. Puedes tener la primera hoy mismo: