Existen momentos claves en la vida de los seres humanos, donde somos vulnerables ante engaños financieros que lucen como grandes oportunidades. Esto no distingue de raza, religión ni estatus social. De alguna forma todos estamos a merced de una estafa. En esta ocasión profundizaremos en la psicología para desenmascarar estafas y cómo diferenciarlas de las verdaderas oportunidades.
Ulises y los Cantos de Sirenas
En la mitología griega se habla de Ulises, como uno de los pocos que ha tenido la capacidad de resistir a los cantos de sirenas.
Era bien conocido por todos, el efecto que producían las sirenas y cómo estas atraían a los marineros. Quienes, seducidos por sus encantos terminaban lanzándose al mar, muriendo ahogados.
Pero Ulises tenía ese deseo de escuchar los cantos de las sirenas. Además, sabía el riesgo que corría. Luego de pensarlo bien, tenía un plan perfecto que le permitiría mantenerse a salvo. Y a la vez que podía deleitarse del canto de las ninfas.
Entonces pidió a los marineros que viajan con él, que lo ataran fuertemente al mástil del barco con los oídos destapados. Pero a su vez que todos los marineros se taparan los suyos, con una cera especial. Les ordenó que, por mucho que él suplicara, bajo ningún motivo lo desataran hasta regresar.
Así fue que Ulises pasó frente a las sirenas. Quedó hechizado con los embriagadores cantos, gritó y suplicó que lo soltaran. Pero salió completamente ileso porque nadie atendió a su ser embriagado del poder de las sirenas. Ulises, y sus marineros, se salvaron.
El encanto de las estafas
Todos nos vemos expuestos en algún momento a una oportunidad embriagadora que nos empuja más allá de nuestra capacidad de raciocinio. Incluso sabiendo de antemano que no es sano para nosotros, que los números no cuadran o la historia no tiene mucho sentido. Igual una parte muy visceral nos lleva a la decisión errada.
La industria de las estafas comprende un espectro que va desde la acción más intencionada, hasta quienes inocentemente lo promueven sin darse cuenta donde están metidos. A pesar de considerarse a las estafas como algo en lo que solo caen los tontos o los incultos, la realidad es que cualquiera de nosotros puede quedar metido en esto en cuestión de segundos.
La pregunta es ¿cómo protegernos ante esto?
Para ello te comparto la propuesta de la psicóloga Martina Dove. Ella especialista en fraudes y vulnerabilidad financiera. Y nos ofrece una lista de chequeo de 5 puntos que podrás aplicar cada vez que no sepas si la oportunidad que te presentan es real, o sencillamente una estafa más.
Método SCAMS para desenmascarar estafas
Las estafas tienen la característica de sofisticarse y actualizarse con velocidad. Por esta razón, enfocarnos en las formas como estafan no sirve de mucho. Tampoco sirve ver con el mínimo detalle señales muy pequeñas, ya que se pierde la vista general del panorama de la estafa.
Por todo lo anterior, vamos a enfocarnos en la lista de chequeo de 5 puntos, desarrollado por la doctora Dove, conocido en inglés como SCAMS. Comencemos:
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Escrutar la correspondencia:
Las estafas comienzan cuando recibimos una comunicación no solicitada. La cual resulta tanto llamativa como temerosa. Algunas veces hay robo de identidad, por lo que la comunicación luce proveniente de alguien conocido. Es importante en esta sección revisar los elementos alrededor de la comunicación. Validando en Google posibles resultados relacionados con información como email, nombres, direcciones, coherencia fotográfica, entre otros.
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Considerar técnicas de estafa:
Una vez que validamos el origen de la correspondencia, comenzamos a observar elementos de estafa en la comunicación. Frases de urgencia, enlaces que te saquen del mensaje. También fechas límites, títulos de autoridad, ofrecimiento de premios y regalos. Ni hablar de descuentos exagerados, frases que invoquen miedo o pánico, entre otros. También es importante detectar si la correspondencia invita a responder con detalles o información personal.
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Evaluar el estado emocional:
Es importante chequear lo que sentimos mientras leemos la correspondencia. Muchísimos fraudes se enfocan en afectar nuestro estado emocional. Ya sea que invoque euforia por premios o deseo sexual por romance. Codicia por inversiones o miedo por cuentas bancarias comprometidas, todo eso lo hacen por una razón. Las emociones intensas comprometen el pensamiento analítico. E incluso incide sobre situaciones que estemos atravesando en ese momento, que nos hacen vulnerables.
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Moderar la respuesta:
Cuando estamos bajo los efectos de emociones fuertes, tendemos a tomar decisiones irracionales basadas en un procesamiento superficial de la información que nos presentan. Tanto sea miedo como euforia, sentimos un fuerte impulso de tomar acción en el momento. Sin embargo, lo mejor que podemos hacer es no responder en ese momento, sin importar lo tentador que sea el mensaje. A pesar de existir muchas advertencias alrededor de estas acciones, lo que ignoramos es que ante fuertes emociones, nuestro pensamiento crítico se desconecta. La regla de respuesta es esperar al menos 48 horas para responder, lo que permite mayor racionalidad.
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Compartir la experiencia con otros:
Finalmente, es importante que compartas tu experiencia con otros. Muchos estafadores prosperan porque las víctimas guardan silencio por vergüenza. Esto es algo que también sucede en los crímenes sexuales. Estudios realizados alrededor de la percepción de un abuso sexual, indicó que las personas con valores morales rígidos (lealtad, autoridad) tienden a juzgar en lugar de apoyar a las víctimas, de lo que lo hacen personas con valores morales individualizados (justicia, cuidado). Muchas personas etiquetan a las víctimas de fraudes como estúpidos, avaros y merecedores de lo que les ocurrió. Es necesario aprender que esta situación no está bien y motivar a la víctima a denunciar.
Es poco lo que se habla en la calle alrededor de las estafas. Es importante que, en situaciones de crisis o incertidumbres económicas, estemos muy pendientes de nosotros y los nuestros. Informándolos de esta lista de chequeo, y recordándoles lo vulnerables que somos, para que se eviten algún tipo de fraude.
Recordemos que es tan importante cuidar nuestros recursos, como los recursos de los demás. Desenmascarar estafas es posible si nos permitimos examinar la oferta.
Ver también Pérdidas por robos o estafas: ¿Cómo superarlo?