La abundancia desde mi ser

ArmoníaF Team Armonía Financiera Leave a Comment

Llegamos a este mundo con todo lo necesario para recorrer nuestro camino de vida. Las creencias que tengamos al respecto, actuarán como semáforos para avanzar en ese estado pleno del ser.

El reconocer que somos co-creadores de nuestra vida, ayuda a comprender que tenemos todo para alcanzar aquello que sea anhelado con amor, pasión, fe, constancia y disciplina.

Nada es al azar, todos estamos interrelacionados, todos somos uno y hay suficiente para todos.

Por ello, más allá de las adversidades temporales que a cada quien nos corresponde vivir de manera individual y colectiva, debemos interiorizar y experimentar lo mejor de nosotros. Invitarnos a un transitar más placentero en esta existencia.

La vivencia que somos abundantes, despejará todo temor en el que hacer de nuestras actividades. Esto demandará de nosotros un mayor esfuerzo y sea cual fuera el resultado. El sólo hecho del accionar nos hará sentir gozo.

Veremos nuestra abundancia multiplicada hacia nosotros y para los demás que nos acompañan en este viaje.

Ser para amar y tener

El amor es una fuente infinita de abundancia, es nuestro motor de vida, es inseparable. Al amarnos nos estamos proveyendo de infinitos recursos para nuestro bienestar, el tomar consciencia de ello nos llevará aceptar que somos seres pleno.

Hagamos de esta experiencia vivencial una fiesta, observándonos cómo reaccionamos frente a las distintas emociones que se nos presentan. Éstas serán combustible para avanzar en nuestra búsqueda unipersonal de nuestro desarrollo espiritual y profesional.

Cuando encontramos e identificamos esa energía interna, debemos abrazarla y vibrar con ella en todo momento.

Esto nos servirá de guía e iluminará nuestros pasos reconociéndonos a nosotros mismos de que somos capaces de hacer y sentir, sintiéndonos en total dicha, en la esencia de nuestro gozo, ella es la abundancia de nuestro ser.

¡Gracias por existir, recibe un fuerte abrazo al corazón!

Relacionado: «Conectar con la abundancia»

Ronald García