Perfil de un Merecedor

Perfil de un Merecedor

ArmoníaF Team Saber Estar Leave a Comment

¿Realmente merecemos todo lo positivo que resuena en nuestro Tango mental? ¿Merecemos todo lo que deseamos? Considero que sí.  Cuatro aspectos  nos permiten entrar a las puertas del Perfil de un Merecedor.

La primera condición es la Fe. Ésta debe estar acompañada de un carácter resiliente, y paciente.

Aplazar la recompensa al saber decir NO cuando lo que llega no es lo esperado. Mantener la confianza en nosotros mismos y en lo Superior en aquello que merecemos entendiendo que llegará cuando estemos preparados.

Esperar en forma serena y confiada. Tener la certeza de que el deseo ya ha sido cumplido, que está allí potencialmente para ser manifestado, ampara el merecimiento.

La ansiedad y la prisa solo podrían desvanecer el resultado. Vale el ejemplo, al hornear, no piensas que el pan desaparecerá solo por esperar a que esté listo.

Sabes que está allí y confías gustosamente para sacarlo y comerlo.

Fe, confianza y paciencia, son los primeros rasgos en el perfil  de un merecedor.

En este sentido el segundo aspecto para comprender que soy merecedor de todo lo bueno, es conocer eso que creo merecer. Es decir, tener la información y procesarla como «probable».

Ya que el pensamiento, la emoción, la acción deben impregnarse de dicha posibilidad. Por mucha Fe que tengamos si no consideramos nuestro deseo como algo viable en nuestra realidad nunca sucederá.

Habrá energías encontradas que no nos dejarán ver realizada nuestra experiencia de recibir.

¿Qué aspiro merecer?

 

Si crees que mereces un viaje a Japón mañana mismo y sin haber planificado absolutamente nada.  No tienes los recursos y ni siquiera te planteas que aeropuerto abordar. Esto sería muy poco realista para tu psique (y la de cualquiera) manifestar concretamente esa realidad para el día siguiente. Y sería también absurdo reprocharse el no ser «merecedor» por no haberlo logrado.

Éste es un ejemplo extremo, pero muchas veces nos planteamos cosas del tipo: me merezco al hombre o mujer de mis sueños. Cuando en realidad no tienes una descripción real de la persona que esperas.

O me merezco un empleo en el que me paguen X cantidad vertiginosa de dinero. Pero no tienes ni idea exactamente en qué cargo y qué funciones te ves realizando. Peor aún, no tienes un sondeo de la empresas que ofrezcan ese tipo de paquetes salariales.

Sin duda me merezco un carro último modelo este año. Pero aún no has empezado a hacer tu fondo de reserva para la inicial.

El  tercer aspecto a contemplar en el Perfil de un Merecedor es la congruencia. Ésta viene acompañada de orden en pensamiento, emoción y acción hacia aquello que está seguro obtener.

Podemos convivir con incongruencias entre lo que considero que me merezco y lo que hago para merecerlo. Al no tener ninguna relación la Fe y la acción hacia lo que espero, el pensamiento divagará y  la emoción también.

Sin un objetivo claro dentro del contexto se aleja el éxito. El esfuerzo consciente de  trabajo hacia la meta, la convierte en realizable y finalmente tangible.

¿Qué hay dentro de mí?

 

El cuarto aspecto de un Merecedor es reconocerse.  Creencias profundas que viajan de generación en generación, que no vemos pero que están, y se heredan como se heredan la sazón en la cocina o  la forma del cabello en ocasiones nos alejan de los resultados.

Sí teniendo Fe, información, congruencia aún no te sientes merecedor,  la tarea es ir hacia dentro autodescubrirse.  Buscando el apoyo a  través de lecturas, terapias alternativas.

La oración o meditación para sanar lo no evidente. Correr la cortina para reconocerte digno, desde lo más profundo de tu Ser y  transformarte  en un mago.

Trabajar con tu corazón te convierte en un tesoro ambulante, el mayor de todos: Saber quién Eres y cuál es tu poder de manifestación. A fin de cuentas lo más grandioso que puedes tener antes de algo más, es tenerte a ti mismo. Te mereces.

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