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5 Formas de hacer una Familia Brillante

ArmoníaF Team Saber Estar Leave a Comment

Resiliencia es la capacidad de sentir esa fuerza interna que te guía a pesar de percibir que todo alrededor está caótico, desordenado o deshumanizado.

Es una llama intrínseca, que te invita a continuar en el camino de la vida con fuerza y optimismo. Cultivar este valor es posible. Aquí  te doy algunos tips muy útiles para sembrar en nuestros niños las conductas que les permitirán de adultos ser resilientes.

Mostrar Empatía

 

Entre los 2 y hasta los 4 años los niños tienen el umbral de frustración muy bajo. Es decir, es menor la capacidad para regularse. Pueden estallar en llanto por no lograr satisfacer sus demandas en forma inmediata. Por ejemplo, no darle el agua en su vaso favorito.

El primer paso, sería ser empáticos con su sentir y decirle que lo comprendemos y verbalizar el episodio. «Entiendo que te sientas molesto por no tener tu vaso», «te comprendo, pero de este vaso también puedes beber…». Esto seguramente no lo calmará, pero establecerá el canal para la próxima acción.

Respirar

 

Cuando están pequeñitos lo ideal es invitarlos a respirar profundo por la nariz y resoplar con fuerza por la boca. Hacer esto varías veces cuando están en un llanto inconsolable, hace hasta que la exhalación sea menos fuerte cada vez. Así la respiración se convierte en un proceso más fluido y tranquilo. Cuando son más grandes solo se les invita a inhalar profundamente (preferiblemente respiración abdominal) y exhalar suavemente por la boca.

Cambiar de Actividad

 

Hacer algo diferente o cambiar el contexto o ambiente que originó la situación. Esto ayuda a que enfoquen la atención en algo positivo y proactivo. Proponer a los niños hacer otra cosa que les distraiga o les cause bienestar con la finalidad de que superen el momento.

Conversar para Proponer Soluciones

 

Retomar el asunto que propició la ira, la frustración o la tristeza cuando el niño esté calmado. Hacerle reflexionar sobre el hecho, su conducta y las posibles soluciones. Esto le permite establecer estrategias efectivas para solucionar rápidamente una próxima vez. Sin obviar aquello que les causa malestar simplemente olvidando el episodio.

Para ellos las cosas que pueden ser irrelevantes para nosotros, son sus verdaderos problemas. Es mejor enseñarlos a retomar y buscar soluciones los prepara para afrontar reveses en su vida adulta.

Perseverar en ser Feliz

 

Es importante que en situaciones posteriores les recordemos la importancia de respirar. También de cambiar de actividad y establecer estrategias futuras.

Hacerles conscientes sobre la posibilidad de que «el plan puede cambiar», pues vivimos en constantes cambios. A veces hacemos el plan de ir a la playa  y llueve a cántaros ese día. Si aplicamos los pasos anteriores y además les damos opciones, «el cambio del plan» puede concluir en algo mejor o sencillamente diferente y armónico por más difícil que sea la situación.

Siempre podemos observar con detenimiento algo que agradecer o algo que diariamente nos haga felices. Preguntarles al final del día ¿qué hiciste hoy? y ¿te dio felicidad? Ayuda a crearles el hábito de concentrarse en su foco interno indistintamente de lo que suceda a su alrededor. Como padres es interesante preguntarse lo mismo y construir el hábito para que ellos nos modelen ¿qué hice  hoy y me dio felicidad?

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