Basándome en que el merecimiento, según la web, se manifiesta como el hecho de merecer algo, o el derecho a recibir reconocimiento por algo que uno ha hecho, en la Astrología buscamos relacionarlo con la ubicación del Sol, (que es nuestra esencia), la Luna (las emociones y nuestras reacciones), y hasta con Venus (la manera de dar y recibir amor), en la Carta Natal.
Nuestra consciencia de merecimiento tiene que ver con nuestras creencias enraizadas, y tiene su origen en lo que creemos que somos, no en lo que realmente somos.
Por ende, lo que merecemos tiene que ver con nuestra actitud ante lo que estemos viviendo y lo que creemos que somos ante eso. Parece un acertijo pero no lo es, y aquí también interviene nuestra autoestima.
Si no aceptamos la idea de que “merecemos” prosperar, entonces, aun cuando los dones nos lluevan, encontraremos la manera de rechazarlos.
Entrando en el tema astrológico, hablamos de doce signos divididos en cuatro elementos: fuego, tierra, aire y agua. El fuego se asocia al deseo y la pasión; la tierra a la objetividad y al pragmatismo; el aire al intelecto y a la vincularidad; y el agua a la sensibilidad y a la familia.
Doce signos divididos en tres modalidades: de inicio de estación o «cardinal». De estabilidad de la estación o «fijo» y de preparación al cambio hacia la nueva estación o «mutable».
Cada individuo actúa según la combinación de elemento y modalidad del signo en que ha nacido. El ritmo astrológico se ordena entonces a través de un pulso de 3 X 4. Tres modalidades para expresar cuatro elementos o formas de percibir el mundo, y que el merecimiento se haga presente.
Iniciadores
Aries es Cardinal de Fuego: por naturaleza siente que merece porque acciona, da inicio a la pasión y va en busca de vitalidad. Sin embargo podría tener dificultades con la tolerancia, pues es impaciente, excesivamente arriesgado, frontal y agresivo.
Cáncer es Cardinal de Agua: su accionar se dirige, principalmente, a lograr dar y conseguir cobijo y protección. De su excesiva sensibilidad y su eterna búsqueda de afecto surgen también, sus dificultades. Cerrarse ante desconocidos pareciendo miedosos, fríos y distantes a modo de disimular su gran vulnerabilidad. ¿Merece o no merece Cáncer?
Libra es Cardinal de Aire: da inicio a la mediación y seducción, pero tiene dificultad para moverse por sí mismo. No le resulta sencillo encontrar su deseo individual y puede parecer acomodaticio o poco comprometido.
Capricornio es Cardinal de Tierra: es el accionador de lo concreto. Iniciador de proyectos, va en busca de logros con plena conciencia de que la vida depende de los propios esfuerzos.
Práctico, realista y eficiente, podrá pecar por ser excesivamente exigido, austero, esforzado o ambicioso.
Comprometidos
Tauro es Fijo de Tierra: se compromete con sus logros y constante para el alcance de objetivos visibles y materiales. De personalidad tenaz, fiable y potente.
En esta fijeza con la tierra, tienen gran dificultad para soltar o cambiar, son posesivos, tercos y obstinados.
Leo es Fijo de Fuego: es comprometido con su fuego interno y con su corazón; es genuino y expresivo. De personalidad llamativa e intensa.
Estimulado a ser fiel a la expresión de su ego, por lo que tiene la dificultad de ser exagerado, dramático, egocéntrico y algo tiránico en su accionar.
Escorpio es Fijo de Agua: su compromiso es con sus emociones y sus afectos. Con personalidad pasional, intensa y magnética. Pero también celosa, posesiva, desconfiada y controladora de aquéllos que aman.
Acuario es Fijo de Aire: comprometido con sus ideas, con personalidad de avanzada, que piensa diferente al resto. Con sus creativas ideas, logra modificar el entorno.
Este estigma de pensar diferente, puede generar locos, rebeldes o raros y traerle dificultades para comprometerse pues le cuesta sentir afinidad con el resto.
Buscadores
Géminis es Mutable de Aire: es el buscador de ideas y de vínculos. Dotado de una maravillosa capacidad para preguntar, tiene un versátil intelecto.
Se interesa en una gran variedad de temas y tiene máxima capacidad para vincularse con toda clase de personas.
Su cualidad para moverse en muchas direcciones también simboliza su mayor dificultad, pues origina una personalidad inconstante y de humor cambiante.
Virgo es Mutable de Tierra: indaga en lo concreto, con personalidad cuestionadora de lo que para el resto es evidente. Observador e inconformista.
Intenta resignificar la existencia y comprometerse con el sentido de su vida siendo útil, servicial y eficiente. Esta misma mirada laberíntica genera sus mayores dificultades: la crítica, el inconformismo y el escepticismo.
Sagitario es Mutable de Fuego: le gusta buscar sentido, explorar el deseo e investigador del alma. Con una personalidad que cuestiona las creencias. Es tanto entusiasta, generoso y vital como exagerado, dogmático, sabelotodo y negador.
Piscis es Mutable de Agua: busca el amor. Personalidad exploradora de sensibilidad trascendente, inquieto investigador de lo que somos más allá del intelecto.
Naturalmente compasivo, empático, sacrificado y amorosos. Su extrema sensibilidad le genera la necesidad de protegerse, tendiendo a endurecerse en exceso y forjando una personalidad agresiva, hiperactiva o híper exigida.
¿Merecen más o menos los signos de fuego, de aire, de tierra o de agua? ¿Quienes merecen más o menos? ¿Los signos cardinales, fijos o mutables? ¿Merecen más o menos los iniciadores, los comprometidos o los buscadores?
No es cuestión de juicio, es cuestión de hacernos responsables y tomar consciencia ante “El Merecimiento”.
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