Contribuyendo con nuestra Juventud Prolongada

Joselyn Quintero La vieja medicina del futuro Leave a Comment

Siempre hemos querido prolongar la juventud. Muchas culturas dan cuenta de un alimento celestial que confería inmortalidad a los Dioses, conocido como Ambrosía, Amrita o Maná.

Hoy, pretendemos conservarnos mediante la hiperoxigenación, las cirugías plásticas reiteradas y otras innovaciones tecnológicas. Siendo muchas veces víctimas de la especulación. Invertimos esfuerzo, dinero y sacrificio en torturantes procedimientos cosméticos tan solo para lucir una apariencia de belleza.

Y muchos sufren considerablemente al no poder aceptar el envejecimiento natural. Este afán se ha visto reflejado en la literatura universal por numerosas historias que cuentan desde la preparación de pociones mágicas hasta la realización de pactos satánicos como los de Fausto y Dorian Grey. Quienes pagaron un precio muy elevado por alcanzar ese sueño de belleza, juventud y eternidad.

Lo cierto es que, no existe ningún ser vivo que se resista al paso del tiempo sin desgastarse, envejecer y morir. Sin embargo, muchos individuos si han logrado prolongar la vida útil conservando la salud.

Existen sistemas de salud como el Yoga, que ha venido enseñando las bases para la higiene natural, la alimentación sana, técnicas de purificación y relajación hace más de 4.000 años.

Con conocimientos tan valiosos y sabios que hoy siguen vigentes. Constituyen el cuerpo fundamental de cualquier programa de salud integral.

La Fuente de la Juventud

 

La búsqueda de la Fuente de la Juventud es un tema altamente especulativo. Puede ser abordado desde la vanidad y la ilusión o desde la autoestima y el cuido personal con sentido realista.

Por ejemplo: hay quienes creen en tratamientos “mágicos” para eliminar la celulitis. Pero estos no sirven de nada mientras sigamos intoxicándonos.

La tecnología cosmética ciertamente que nutre la superficie corporal. Pero no puede haber belleza interior si estamos mal nutridos, mal hidratados y respiramos mal. Los aparatos de gimnasia pasiva pueden reafirmar los músculos pero sólo el ejercicio físico impide que perdamos flexibilidad y potencia aeróbica.

Los procedimientos que disponemos deben ser utilizados de manera  complementaria. La Cosmética, la Cosmiatria y la Cirugía Estética modifican el “afuera” de manera reparadora y correctiva. La Medicina Antienvejecimiento actúa en lo interno modificando las causas.

Cuando decimos que un individuo luce viejo a los cuarenta años y que otro se ve joven con setenta, ¿qué es lo que esto nos sugiere? Pues, nos hace reflexionar en el hecho de que envejecemos en el tiempo, pero que el tiempo no es la causa del proceso de “deterioro”.

En los últimos 10 años, la M.A. se ha consolidado como una nueva especialidad, con instrumentos diagnósticos y terapéuticos efectivos capaces de identificar y modificar los elementos que aceleran los procesos de deterioro.

Se ha llegado a concluir que existe un ESTILO DE VIDA envejecedor y deteriorante. De igual forma, por contraposición, existe otra manera de vivir que puede prolongar la funcionalidad y evitar las enfermedades degenerativas asociadas al envejecimiento.

Tomado del MANUAL DE LA SALUD sobre JUVENTUD PROLONGADA

Efraín Hoffmann

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