Toda nuestra vida hemos escuchado que nuestra inteligencia radica en el cerebro, pero, ¿es esto cierto?
Se ha descubierto claramente que tenemos más de una inteligencia y que no está relegada solamente a la inteligencia del cerebro.
En nuestro maravilloso cuerpo operan muchos órganos. Algunos de los cuales tienen un papel central en lo que experimentamos, cómo vivimos, y no únicamente cómo nuestro cuerpo funciona. Me refiero a dos de ellos particularmente: el cerebro y el corazón.
Al cerebro lo hemos puesto en un sitio de reverencia tal, que lo coronamos como la única inteligencia que poseemos. La realidad es que contamos con otra inteligencia mucho más poderosa que los antiguos sabios de oriente conocían muy bien. Es la inteligencia del corazón. Se refiere a ese saber interno que genera el sentimiento de amor, y nos guía a tomar decisiones más coherentes.
Al hacer la entrevista para mi libro de talentos descubrí que efectivamente, el corazón se encuentra íntimamente ligado a las decisiones de aquellos que viven exitosamente de su talento. De manera consciente o inconsciente ellos descubrieron que dejándose guiar primero por el corazón pudieron tomar decisiones más sabias. Al hacerlo, su cerebro racional se relegó a ser el organizador y ejecutor de lo que su corazón dictaba.
Es hora de dejar de ver al corazón como solo un músculo que sostiene nuestra vida física bombeando sangre en nuestro cuerpo. Es más, es tan poderoso que posee una capacidad de dirigir nuestras emociones. Cambiando nuestro estado de ánimo y permitiendo que nuestra capacidad de decisión sea sabia.
Ya que sabemos que estas dos inteligencias existen en nosotros, ¿cuál entonces usamos para decidir? El corazón es la inteligencia por excelencia que nos lleva a decidir de manera coherente y el cerebro es simplemente su ejecutor. Es como si tuviéramos dos directores ambos con increíbles capacidades. Cada uno colaborando en su campo para ofrecer la mejor solución conjunta.
La inteligencia del corazón y del cerebro se coordinan perfectamente para manifestar el talento.
¿Cómo lo hacen?
La inteligencia del corazón es la guía que muestra qué actividades o circunstancias disfrutas. Manifestando en tu cuerpo las emociones que señalizan la dirección a seguir. Si algo se siente bien o te da felicidad es porque ese es el camino a seguir.
El cerebro te da las herramientas para evaluar, organizar y tomar acción acerca de lo que el corazón te mostró como camino a seguir. Un punto clave es que cuando las circunstancias externas son las que te mueven a tomar la decisión principal, es porque has dejado al cerebro elegir, antes de permitirte sentir lo que el corazón te da como guía.
Al ejecutar o implementar (usando el cerebro) acorde con lo que el corazón dicta, generamos sentimientos de amor, paz, gratitud, inspiración, compasión y gozo de existir. Estos sentimientos, lo confirma el Dr. Joe Dispenza generan baja presión arterial. También mejoramiento del sistema nervioso y hormonal e incrementa la función cerebral.
Usar los talentos que generan en nosotros estos sentimientos que mencioné, poniéndolos al servicio de los demás, es la clave para vivir en armonía usando nuestras dos inteligencias y generando abundancia.
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