El hombre moderno suele llevar un estilo de vida sedentario. Con mala alimentación, consumo de sustancias tóxicas, sobrecarga laboral, falta de tiempo libre, y crisis frecuentes. Todo lo cual promueve la enfermedad.
Pero, ¿quién no desea la salud? La alternativa es un cambio radical en el estilo de vida
Todos sabemos lo que nos gusta y lo que no nos gusta, pero pocos saben lo que necesitan. Si no tenemos criterios para decidir lo que nos conviene, otros decidirán por nosotros.
¿Por qué conformarnos tan sólo con la ilusión de “estar bien”, cuando son las medicinas las que nos controlan? Podemos recuperar la salud si quisiéramos ¿Por qué resignarnos a sobrevivir cuando podemos vivir en plenitud?
Sobra información, pero falta educación. Para conservar la salud necesitamos criterios claros, inteligencia, habilidades, metas y límites bien establecidos ¿Quisieras tomar el control de tu vida?
A principios del siglo XX las personas vivían un promedio de 45 años. Las razones principales eran el desconocimiento de las reglas de asepsia y antisepsia, así como de las vitaminas, vacunas y antibióticos. Las principales causas de muerte eran las enfermedades infectocontagiosas y carenciales. Solo una persona de cada 50 moría de cáncer y uno de cada 12 moría de infarto.
Ahora, se viven más años pero se enfrentan más degeneraciones y minusvalías. Esto porque vivimos más años intoxicándonos, mal nutriéndonos y estresados con escaso cuido personal. Es una situación tan generalizada, que parece ser universal aceptar como normal que alguien padezca una enfermedad.
Comienza así el consumo de medicamentos, que crean la ilusión de que “todo está bien” cuando en realidad estamos enfermos. Una enfermedad controlada sigue siendo una enfermedad.
Conforme avanza la edad, se acumulan las transgresiones que interfieren con la capacidad de auto-sanación e impiden la salud. Esto da origen a múltiples enfermedades degenerativas. Que no son otra cosa que consecuencia del envejecimiento y deterioro precoz por falta de mantenimiento.
Existe toda una metodología y una psicología aplicada para crear necesidades. Estimulando e incentivando el consumo, hacerse consciente lo que tales excesos puede acarrear en lo personal y en lo colectivo, es el primer paso para sanar.
Cada quien tiene un ámbito de influencia en el que poder actuar. Iniciemos el trabajo con nosotros mismos para luego expandirlo.
Dr. Efraín Hoffman
Manual de la Salud – Calidad de Vida