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La Enfermedad Excluida Duele Más

ArmoníaF Team Saber Estar Leave a Comment

El cuerpo conlleva una sabiduría innata. Mucho se dice sobre este. Que es el templo del alma, el vehículo 3D que nos conduce en cada encarnación. Y otras reflexiones más jocosas como –al cuerpo lo que pida-.

En el constante observar con curiosidad y humildad lo que nuestro cuerpo nos dice, nos podemos evitar males mayores. Aunque no seamos dueño de la vida. Si realmente estamos atentos quizás podamos alargar la estadía en este viaje en el Planeta Tierra, a través del exclusivo vehículo, hecho a la medida, llamado cuerpo.

Cuando el cuerpo empieza a demandar o a fallar demasiado, seguramente estamos yendo en contra del propósito de nuestra alma. La manera de decirnos – ¡Epa! Este no es el camino- es enfermándose. O aumentando en demasía algún mal hábito, hasta volvernos compulsivos o adictos. Desde el punto de vista de las Constelaciones Familiares, existe la premisa de que lo que calla una generación lo expresa en el cuerpo la tercera generación. Existen dolencias que se heredan transgeneracionalmente. Que expresan un dolor profundo en el Sistema Familiar que clama ser resuelto.

Por lo tanto, ya está comprobado que todas las enfermedades tienen un origen emocional o transgeneracional. Determinar la causa, el principio de todo, es la labor.

Actualmente, la bioenergética también se encarga de relacionar toda la sintomatología con el mundo interno de la persona. Y en este sentido tenemos algunas conclusiones:

Dolores de cabeza

 

Señalan un altísimo nivel de autoexigencia. Alguien que se enjuicia constantemente, que considera que nunca hace las cosas suficientemente bien o que incluso en el afán de hacerlo tan bien para otros va en contra de sí mismo. Bien sea a nivel de principios, valores, salud física o emocional.

Dolor en el cuello

 

El cuello representa la flexibilidad con la que vemos la vida. Mirar 90 grados hacia un solo lado, no es lo mismo que mirar 180 grados. Con la capacidad de girar la cabeza hacia ambos lados. Las personas que pierden la movilidad y deben usar collarín generalmente no desean mirar los otros 90 grados diferentes de sus creencias, posturas o valores. Se quedan rígidos y eso causa dolor.

La Espalda

 

Representa el eje, el pilar de soporte para estar en la vida, es el sentimiento de “la vida me sostiene”, cuando las dolencias son en la parte alta de la espalda, es decir a nivel de hombros, la persona tiene la sensación de llevar un peso, una carga, esta sensación a veces es sistémica y a veces son responsabilidades tomadas de otros por una necesidad de pertenencia o aprobación. En la parte media, se reflejan sentimientos de culpa y desamor, en la parte baja nos indica el temor a tener la provisión necesaria para la subsistencia.

Los pies

 

Son nuestro apoyo, representan la sensación de equilibrio y seguridad que tenemos en nuestras vidas. Siempre nos dicen: caminar con paso firme.

Las rodillas

 

Representan la capacidad de doblegarse, dejar la soberbia a un lado, rendirse ante algo con humildad o buscar apoyo.

Una forma de reconciliarse con nuestro síntoma es a través de la meditación. Relajarse profundamente y hacerle un personaje, con género, color, voz, hasta un olor si es necesario. Desde esa profunda calma, con la verdadera disposición de conciliar, reconocerle que está allí por una buena razón. Agradecerle el mensaje que viene a darnos, preguntándole ¿cuál es su intención positiva al visitarnos? Insistir en estos encuentros con nuestro síntoma, siendo agradecidos. Escuchando esa voz silenciada por tanto tiempo, ayuda a reconciliar. A comprender más sobre nosotros mismos desde la benevolencia y la misericordia. Después de todo somos un gran océano y en esa inmensidad hasta los tiburones tienen su belleza y su misión.

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