¿Te ha pasado que has llegado a final de mes con la cuenta casi en cero y sin nada de efectivo? De repente en el lugar menos esperado de tu casa o de la ropa que decidiste usar ese día, habían unos billetes que no sabías que tenías y te salvan el día.
Sientes una sensación de felicidad, hasta tienes una gran sonrisa. Como si te acabarás de ganar la lotería, ya podrás esperar hasta la hora que depositen.
A mí me pasó unas cuantas veces y algunas personas cercanas que conozco también. Es por esto que quiero compartir contigo lo que puedes aprender de este tipo de situaciones.
Yo trabaje por varios años en la administración pública de mi país. Hace poco decidí renunciar por razones que te compartiré en otra oportunidad. Lo cierto es que cuando egresas de un cargo público, por disposiciones legales, debes realizar una declaración jurada de tu patrimonio.
Así que me senté y me dispuse a llenar todo los datos que me solicitaban.
Te preguntan cosas del tipo: cuánto eran los saldos en cuentas bancarias. Si tenía alguna deuda por cobrar o pagar. El estatus de tu vivienda, vehículo, cuánto eran los saldos a pagar de las tarjetas de crédito.
¿Eres consciente de la cantidad de dinero que posees?
Cuando finalmente terminé y vi el monto de mi patrimonio, me sorprendí muchísimo.
El patrimonio, es ese que queda después de restar todas tus deudas. Era un monto que yo pensaba alcanzar algún día, lo veía como un sueño lejano. Y claro, es que mi mente sólo estaba fijada en lo que había en la cuenta bancaria, que no representaban grandes sumas.
Mi creencia hasta ese momento era que yo era un ser abundante en cualidades, pero no precisamente en lo material. Creía que tenía lo justo para vivir y nada más, este hecho me permitió tomar consciencia de mi abundancia material.
Me permitió aprender que andamos muchas veces por la vida, sin tener verdadera consciencia de lo que tenemos y de lo que somos. Actuando por ende, como desvalidos o necesitados, cuando en realidad no lo somos.
Así que la próxima vez que consigas un dinero que creías no tener, piensa: «Soy más abundante de lo que creo» Entrar en tu mente para detectar toda la abundancia del que ya eres poseedor.
Esto te permitirá tomar decisiones conscientes de toda tu abundancia, desde lo que tienes y eres hoy integralmente y sin dudas verás más posibilidades ante ti.
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Mayilse Martín