Mi cuerno de la abundancia

ArmoníaF Team Armonía Financiera 1 Comment

Mi cuerno de la abundancia me lo presentó la vida desde el primer día.

Cuando nací no podía comer. Mi lengua estaba pegada arriba y abajo. Mi mamá, al ver que me iba a morir porque no le daban remedio ni esperanza, comenzó a darme leche con un gotero.

No había modo de poder sobrevivir o hablar. Sesenta años, cuatro idiomas  y 70 kilos más tarde aquí estoy, feliz y contenta. De por medio muchos desafíos que ya son sólo pasado.

Me faltan varios dedos y los que tengo son divertidos. Cada uno va por su cuenta y sirve para algo determinado. El dedo de maquillarse, los de contar dinero, el de tirar besitos, en fin, como no había nadie parecido a mi alrededor me inventé mis propias normas y manera de comunicarme.

¿Con qué cosa fui dotada tenía que me permitió llegar a donde ahora estoy? En la Mitología Griega Amaltea crió a Zeus con la leche de una cabra y éste, a modo de agradecimiento, le regaló uno de los cuernos de una cabra que tenía el poder de cumplir los deseos de la persona que lo poseía. La cornuscopia  es un vaso con forma de cuerno que representa la abundancia.

Reconocí mi cuerno de la abundancia

Y yo también nací con mi propio cuerno de la abundancia. Me reconozco como un ser capaz de administrar lo que tengo, de confiar en mis dones y talentos y hago lo mejor que puedo.

En esa vasija tengo sentido del humor, coraje, valentía, sensibilidad, autenticidad, inteligencia, resistencia y sobre todo El Poder de Reconocerme.

Fluyen por mis ocho dedos ríos de energía. Mis pies se arraigan a la tierra que me nutre. Un manto suave de amor sale de mi corazón y cobija a quien se me acerca.  No espero nada a cambio de mis abrazos pero recibo mucho más de lo que doy. Y mientras más doy, más cosas se me otorgan, más puertas se me abren.

Me siento bendecida por lo que tengo. Mis deseos y sueños elevados han sido cumplidos y sueño más.

Me despierto al lado del hombre que amo. Tengo un hogar, vecinos, amigos y mucha gente que me valora por mis experiencias de vida con una condición.

No echo nada de menos, ni belleza, ni simetría, ni perfección, ni gracia, porque entiendo que soy perfecta así como soy no solo para mí sino para el Universo entero.

[bctt tweet=»«Lo mejor que podemos hacer por otro no es sólo compartir con él nuestras riquezas, sino mostrarle las suyas» Benjamin Disraeli » username=»armoniafrevista»]

Relacionado: «Aceptar lo que eres»

Susana Romero