¿Te conoces? Conocerte a ti mismo para muchos es saber detalles como: qué te gusta, qué te satisface y en los casos más profundos cuáles son tus emociones.
Si preguntas a tus amigos o en tu círculo familiar, muchos pueden decirte cosas básicas acerca de ellos. Lo que descubrí después de preguntar a muchos si se conocen a sí mismos, es que la mayoría no tiene ni idea de quiénes son.
Edgar Cayce describe quiénes somos presentando una estructura que incluye tres elementos. El plano físico y es la mente consciente, lo mental o el subconciente y lo espiritual o en superconsciente.
Éstos a su vez corresponden al cuerpo físico, mental y espiritual. Los tres son unidad y no están separados de la fuente ni de los demás seres del universo como comúnmente creemos.
El cuerpo espiritual es el alma que tiene los atributos del espíritu, la mente creadora y la voluntad.
El cuerpo mental o subconsciente trae grabados todos los patrones que hemos vivido sin importar como los hemos usado. Ya sea de manera positiva o negativa.
El cuerpo físico es tu cuerpo humano. Se guía por tu mente consciente y que solo opera del 3% al 5% de las decisiones y actividades cotidianas.
Lo más fascinante es que el talento llega como una urgencia de la expresión de nuestra motivación. Cuando sientes la necesidad de expresar algo, la fuerza creadora fluye a través de un patrón o actividad expresando esa motivación. He aquí un talento expresado.
Conocerte a ti mismo es reconocer tus talentos
La importancia de reconocer y actuar ante una urgencia de expresarte (algo que te motiva y te hala) es que te da la posibilidad de crear. Como por ejemplo, cuando quieres escribir, pintar, diseñar o simplemente entretener. Lo que resulta al expresar esta motivación es el resultado de la fuerza creadora interna.
Al conocerte, aprendes a reconocer esa urgencia y a buscarle la manera apropiada de que fluya. Puede ser que reconozcas una urgencia y la expreses de una manera negativa a pesar de ser un talento. Un ejemplo de esto es cuando alguien tiene habilidad extrema con los dedos y la utiliza para robar los bolsillos de los turistas en una ciudad tan congestionada como París.
Cuando comienza a fluir esta fuerza interna es cuando empiezas a expresarte con tu verdadero ser. Aquí es cuando tú decides cómo vas a utilizar esa fuerza y como lo vas expresar.
Tú decides en cada momento de tu vida cómo actuar. Hasta puede que tengas algunos patrones que se manifiesten ahora y que vengan de otras experiencias pasadas.
Por ejemplo, una persona que en vidas anteriores fue muy exitoso convocando y dirigiendo una banda de ladrones, puede llegar a esta vida usando ese mismo talento de convocatoria y liderazgo.
Pero decidiendo aplicarlo de una manera positiva liderando grupos para el autoconocimiento, y así evolucionar su espíritu. Los patrones y la destreza que aprendió antes en otras vidas están presentes en esta, es su decisión cómo usarlas.
Reconoce las llamadas de tu ser superior que hacen que sientas una urgencia de expresar tu fuerza creadora interna. Siempre elige hacerlo a través de una actividad que exalte el espíritu. Así estás garantizando elevar tu vibración y potencializar positivamente tu talento.
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