Indiscutiblemente es una virtud humana superar todas las adversidades. Créalo o no, esa capacidad está dentro de tu ser. Es importante que la reconozcas y aceptes.
Todos, sin excepción contamos con ese poder interno. Esa fuerza para sobreponernos de aquellas circunstancias dolorosas de la vida. La verdad a mi, orar y meditar me conectan con mi Divinidad, de allí me viene esa fuerza. Esa autodeterminación para seguir adelante, la inteligencia que todo resuelve. Es una maravillosa oportunidad para crecer. A veces me he dejado llevar por el patrón de víctima. Sin embargo, cuando entro en sintonía con el AMOR, les confieso que mi Dios me ofrece un universo de respuestas. Más allá de todo, la paz llega a mi aún en medio de la tormenta.
Creo profundamente en la importancia de tener ese espacio íntimo para orar o meditar con Dios y con nosotros. Poner un punto final al trajín del día a día en la cual nos hemos inmersos. Es decir “ahora estoy solo para que conversemos en el silencio”. Soy del creer que cuando hay mucho ruido externo es porque hay dolor inconsciente y no quiero hacerme responsable de ello. Por eso desde hace mucho tiempo, para mi es sagrado crear espacios de oración y meditación. Solo es necesario estar dispuesto y abrir tu alma a un dialogo interno con tu Divinidad. Es justo allí cuando uno entrega, suelta, y de alguna manera dejas toda resistencia.
No es mágico, para mí es milagroso, y ¿por qué? Porque las respuestas son en total armonía y equilibrio a la situación, el entorno y los involucrados y perdura en el tiempo. Además, que es capaz de inspirar a otros.
Las Adversidades te invita a Conectarte Contigo
Si nunca lo has hechos, te invito hacerlo. Practícalo desde el silencio de tu corazón en un jardín, en una plaza, en tu cuarto, en la individualidad, al darte una ducha. Lo importante es que te sientas en una actitud contemplativa donde vas a observar tus pensamientos y sentir tus emociones. Pero pendiente de no quedarte pegada en esa sensación, sino observar sin poner etiquetas.
Realmente es un músculo que vamos a ir fortaleciendo, es un proceso de poco a poco. Lo importante de este proceso es el reconocer que dentro de ti hay una fuerza grande que te permite sostenerte. Una inteligencia divina que habita en ti y que te da respuestas. Por eso, tan cierto son esos dichos populares: “Dentro de ti está la repuesta, y sigue tu corazón”.
Todo este caminar es una invitación a reconocer que todo está en ti. Si sientes que no lo puedes hacer, te cuento que el universo tiene ángeles a tu alrededor para ayudarte. Sacerdotes, psicólogos, terapeutas, amigos, lugares donde por ejemplo puedes practicar taichí y yoga, un templo. Son gratuitos si ese fuera tu situación, así como me pasó a mí.
Cuando tú pides desde el alma, el universo y tu Divinidad están dispuestos a darte eso que tanto tú crees necesitar para crecer, sanar y empoderarte de tu ser. Además las repuestas vendrán como una sublime brisa que tocará amorosamente tu rostro y te brindará un sentimiento que no sabrás ponerle nombre. Pero indiscutiblemente descubrirás una respuesta a esa inquietud de tu alma. Por lo tanto te ofrecerá paz, sabiduría, solución y plenitud. Aprenderás ese momento es santo ¡Descubres que eres hijo del Rey de Reyes! Eres parte de la chispa divina.
Un ejemplo de ello, vámonos de cine y recordemos aquella película de nuestro querido Walt Disney “El Rey León”.
Me encantaría leer tu experiencia de resiliencia, para que formes parte de la red de apoyo mundial con tu historia de empoderamiento.
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