accionar

¡Muévete ahora! Para luego es Tarde

ArmoníaF Team Mi Vida Leave a Comment

¿Cuántas veces te has quedado paralizado ante una situación importante que debes resolver? Seguramente unas cuantas veces.  Siempre me he preguntado ¿Qué es lo que hace que el accionar se vuelva natural en nuestras vidas?  ¿Por qué hay momentos en que nada nos importa y somos capaces de NO realizar algo que se está esperando de nosotros? Y les confieso que eso me pasa.

Me pasa con el escribir, cuando hay presión para entregar. Sobretodo cuando la inspiración sencillamente desaparece. Y comienza una especie de lucha que la verdad no genera acción bajo ningún concepto.

Lo más gracioso es que escribo de mi vida, de cosas que sé, de cosas mías y que comparto con ustedes y con muchas personas.  Y no entiendo por qué muchas veces no fluye el texto tan ansiado.  Me pregunto a mí misma ¿Por qué no lo haces con tiempo? ¿Y quieren la verdad? No tengo respuesta para eso.  Le echo la culpa a la cantidad de trabajo, a la procrastinación, a todo lo que de alguna forma me quita tiempo o inspiración.

Pero de verdad no hay una verdadera respuesta y creo que todo obedece a una especie de vicio o trastorno.  A una falta de decisión.  A un posible saboteo para no tener éxito ¿Se imaginan?  El accionar es uno de los temas más importantes en la vida del ser humano.  Pues no hay resultados sin movimiento.  No hay posibilidades de saber cómo será todo aquello que deseamos sino nos movemos en esa dirección.

Los resultados de accionar

 

Me llama la atención como con el ejercicio físico cambia mi situación y allí veo muy buenos resultados de lo que es el accionar.  Me gustan las artes marciales y es algo por cuya práctica me movería todo lo que fuese necesario.  Entonces me pregunto ¿Por qué no es igual para todo lo demás? Porque realmente para hacer ejercicio se requiere de un nivel de acción importante. Y he llegado a pensar ¿Será que me gusta más hacer ejercicio que escribir? Eso es posible, aunque termino por comprender que se trata de practicar el movimiento constantemente. Hacer que el músculo de la escritura –por ejemplo–  se ejercite y desarrolle diariamente.  Escribiendo pequeños textos diariamente que faciliten mi conexión con la palabra escrita.

Es fascinante cuando brotan las palabras con facilidad, como si fuesen lluvia de verano. La calidez del contacto con tu otro yo.  Que está allí esperando por tu genialidad para poner por escrito todo lo que experimentas.  Una rica vida llena de exquisita prosa.

Pero se requiere de practicar y practicar.  El moverse así lo requiere. El accionar para que se integre a tu Ser debe ser practicado constantemente.  Eso debe ocurrir en cualquier contexto de nuestra vida.

Es tan simple… está en todo.  Al levantarnos, hacer nuestra higiene, vestirnos, tomar nuestro desayuno. Todo eso requiere de la acción.  Y si ocurre en el contexto de la cotidianidad nos tiene que ocurrir en cualquier circunstancia.

Es muy importante imaginarnos cómo nos vamos a sentir luego de cumplir el reto.  Y no saben el bienestar que experimento cuando sé que he entregado mis escritos a tiempo.

Accionar requiere finalmente:  de un deseo que esté claro, de un impulso que contenga motivación absoluta, de decisión, de organización, de decir “aquí voy”, de respirar profundo y hasta meditar.  De sentir el bienestar que ocurre cuando logramos lo deseado.  ¿Cómo no querer escribir para sentir semejante sensación?

Recuerden el tiempo de movernos es ahora, porque para luego es tarde.

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